Dejó tirado a Durant por Irving y Doncic y será el socio sorpresa con el que nadie contaba en Dallas
Los Mavs apostarán de nuevo por un veterano jugador
Solamente jugó ocho encuentros desde que se convirtió en aliado de Luka Doncic y Kyrie Irving a mitad de la temporada pasada, pero los Dallas Mavericks están decididos a seguir contando con Markieff Morris en sus filas para afrontar la nueva campaña.
El veterano alero de 33 años protagonizó una de las grandes sorpresas en el mercado invernal en la campaña precedente en la competición ya que, teniendo un papel importante junto a Kevin Durant en Brooklyn Nets, aunque no tan alto como el del actual jugador de los Suns, decidió abandonar New York para comprometerse con el conjunto tejano, aunque a efectos reales su aterrizaje en el American Airlines Center apenas tuvo repercusión.
No obstante, en Dallas están dispuestos a brindar una nueva oportunidad a Morris en una temporada en la que Luka Doncic e Irving serán los líderes del proyecto y que los Mavs quieren empezar generando muy buenas sensaciones, ya no solo con vistas a resarcirse de la esperpéntica caída en picado sufrida en la temporada 22/23 cuando el equipo lo tenía todo a favor para disputar el play-off, sino para fortalecer la candidatura de la franquicia a luchar por el anillo en 2024.
Sorpresa mayúscula
Ni mucho menos el poco peso acaparado por Morris durante los cinco meses que estuvo en los Mavs el año pasado se debió a algún tipo de lesión ya que fue Jason Kidd el que depositó muy poca confianza en el jugador a pesar de que otros jugadores con más galones, siendo este el caso de Frank Nkitilina, Spencer Dinwiddie o Tim Hardaway JR, no ofrecieron un rendimiento del todo convincente.
Es por eso que esta continuidad de Morris en el conjunto liderado de forma incuestionable por Doncic supone una gran sorpresa en la NBA ya que, si por méritos fuera, el equipo no debería haber ofrecido esa renovación al veterano jugador, quien tratará de ser mucho más importante que la temporada pasada para contribuir a los éxitos de la franquicia, aunque a priori su papel seguirá siendo secundario.
4’5 puntos y 1’8 rebotes en 8 minutos disputados por partido fue el ínfimo promedio firmado por el americano en la 22/23 y que cataloga esta decisión de Mark Cuban, propietario de los Dallas Mavericks, como una bomba en Texas.