Stephen Curry y Chris Paul paran la NBA y LeBron James recibe otro KO
Kevin Durant quiere hacer sangre con Los Ángeles para detener al base de Golden State Warriors
46 son los puntos que anotaron entre Chris Paul y Devin Booker para llevar a Phoenix Suns a una victoria más que los mantiene en lo alto del Oeste y como el mejor equipo de la liga. Esta fue ante Oklahoma City Thunder (113-101), pero el problema para los de Arizona ahora se llama Stephen Curry que hizo las mismas anotaciones que las dos estrellas del Footprint Center en la victoria de Golden State Warriors ante Memphis Grizzlies (113-104). Y ambos equipos detendrán la liga el día de Navidad.
Y lo harán en horario europeo (23.00, hora española), para que todo el mundo pueda disfrutar de los dos mejores equipos de la fase regular en lo que va de campeonato, que ya tiene recorrido. A día de hoy solo un partido separa a los de Steve Kerr de los de Monty Williams (26V 5D para los Suns, 26V 6D para los Warriors) de modo que el choque dirimirá quién se ‘toma el turrón’ desde el trono de la competición de baloncesto más prestigiosa del mundo. La gran incógnita es si Curry volverá a ejercer de MVP, como lleva haciendo gran parte del curso, ante la mejor defensa.
Un día después del choque de choques en el Oeste, el mejor equipo del Este, Brooklyn Nets, visitará a Los Angeles Lakers con la clara intención de ahondar en la herida de púrpura y oro, que ya sangra a raudales. Como prueba irrefutable, ayer los californianos recibieron su decimoséptima derrota del curso con una paliza descomunal que les impuso una de las franquicias más débiles, como son San Antonio Spurs (110-138) en el día de la despedida del Staples Center. Y encima el problema que se viene es mayor, ya que les vista un Kevin Durant con ganas de aplacar al ánimo a Steph en la carrera por hacerse con el Most Value Player.
Los Lakers, ¿rotos?
Dicen algunas informaciones relativas a Los Angeles Lakers que la ruptura entre LeBron James, el equipo y el éxito futuro es total, que no cuadran los objetivos de unos y otros, ni la calidad ni la intensidad. Cuentan que las prestaciones sobre el parqué son la sintomatología de una enfermedad incurable en la Fiebre Amarilla, una que les llevará a un camino: el fracaso. Sean o no verdad estas pesquisas, lo cierto es que la puesta de largo de Los Lakers es cada vez más deprimente, y eso es un hecho.