Rodrygo, OK de Carletto: es el elegido, Asensio y Hazard lo ven negro
El brasileño se ha ganado con sus actuaciones un puesto en el once inicial
No necesita demostrar mucho más, tampoco confirmarse ni reivindicarse. Eso ya lo hizo la pasada temporada con actuaciones vitales y absolutamente imprescindibles que guiaron al Real Madrid especialmente al titulo de su decimocuarta Liga de Campeones. Pero Rodrygo sí que espera que esta temporada sea la de su consolidación como hombre importante y titular habitual en el conjunto blanco.
El brasileño, con apenas 21 años, ha demostrado una progresión brutal desde que comenzó a vestir de blanco y un oportunismo bárbaro para aparecer en los momentos fundamentales de cada partido. Su juventud y la impresionante competencia que tiene por delante hasta ahora le han impedido, tanto con Zidane como con Carlo Ancelotti, ser un futbolista asentado en el once titular y en quien los entrenadores confíen semana tras semana, pero el delantero tiene esperanzas de que esto comience a cambiar pese a que sabe que a su temprana edad todavía tiene mucho tiempo de que todo le llegue en su carrera deportiva.
Rodrygo desembarcó en el Real Madrid hace ya tres temporadas procedente del Santos brasileño. 45 millones de euros desembolsó Florentino Pérez en una operación arriesgada, como la de Vinicius, pero que a la vista está que le ha salido a las mil maravillas. Poco a poco ha ido ganando peso y protagonismo en el conjunto blanco hasta que la pasada campaña se produjo una explosión especial gracias a sus actuaciones en Champions League.
Maravilló en Champions
Los 5 goles anotados en 11 partidos en la competición europea le dejan como uno de los jugadores con uno de los mejores ratios goleadores de la Champions, pero no fueron goles cualquiera. Para el recuerdo quedará esa diana en la vuelta de los cuartos de final en el Santiago Bernabéu ante el Chelsea para forzar la prórroga cuando las cosas se le habían puesto muy cuesta arriba a los merengues.
Pero sobre todo lo que sucedió en la siguiente eliminatoria con el Manchester City como víctima. Con todo perdido, en el minuto 90 emergió Rodrygo para darle vida a los de Ancelotti y reducir la diferencia, mientras que en el 91, acto seguido, sacó a pasear su faceta oculta de cabeceador para igualar la eliminatoria y mandarla a la prórroga. Ahí, fue el asistente sobre el penalti clave que sufrió Benzema para darle la vuelta a todo y mandar al Real Madrid a la final. Por todo ello, Rodrygo se habrá ganado al menos el beneficio de la duda de cara a formar parte del once inicial.