Morata la lía: Luis Enrique va a la guerra y Simeone no lo aguanta más

Morata la lía: Luis Enrique va a la guerra y Simeone no lo aguanta más

La situación del delantero español sigue siendo de lo más extraña

Lo de Álvaro Morata parece un misterio digno de un profundo estudio. Es el jugador español que más dinero ha movido en concepto de traspasos durante los últimos años pero lo cierto es que nunca ha llegado a ser un ‘ídolo’ absoluto allá donde ha jugado. El Real Madrid, la Juventus, Chelsea, Atlético de Madrid… multitud de clubes, idas y venidas que no le han dado nunca la estabilidad que quizás necesita un jugador de sus características y que lo ha acusado en la faceta mental en varias ocasiones.

Morata

Ahora, su situación sigue siendo de lo más extraña. En su actual equipo, el Atlético de Madrid, su entrenador no lo considera como una pieza importante para el proyecto de la próxima temporada y de hecho estaría encantado de que volviera a salir. Simeone no se rasgaría las vestiduras ni mucho menos si el delantero es de nuevo cedido o traspasado a otro conjunto ya que es un secreto a voces que no entra en sus planes y que si se queda prácticamente se convertiría en un problema para tratar de encajarlo.

Pero se da la circunstancia de que en la Selección española es todo lo contrario. Álvaro Morata es un auténtico referente para Luis Enrique, es el ‘9’ que guía el ataque y sobre el que el entrenador asturiano deposita toda la confianza del gol y del juego ofensivo. Quedó claro en la pasada Eurocopa, donde pese a las críticas el madrileño fue una y otra vez el delantero titular, y viene ratificándose en la fase de clasificación para el Mundial y los últimos partidos de la Liga de Naciones donde Morata ha sido otra vez el hombre de referencia arriba. 

Por lo tanto, Morata se encuentra con que en su actual club quieren cargárselo mientras que en España es titular indiscutible, una pieza indispensable y prácticamente un hombre sin recambio. Ahora el delantero tendrá que esclarecer su futuro y ver si finalmente se queda en el Atlético de Madrid pese a no ser santo de la devoción de Simeone o acaba saliendo de nuevo. Lo que está claro es que necesita jugar porque en menos de seis meses hay un Mundial en el calendario.