Nico Williams ficha por el Barça y lo primero que hace es cerrar una discoteca en Barcelona
Al club azulgrana no le ha gustada nada el primer acto de Nico en Barcelona

El fichaje de Nico Williams por el FC Barcelona está ya prácticamente cerrado: las negociaciones entre el club catalán y el Athletic han alcanzado un punto decisivo. El extremo navarro, de 22 años, comunicó su intención de salir de Bilbao en junio y el Barça ha activado el pago de su cláusula de rescisión, estimada entre 62 y 64 millones de euros.
Con contrato hasta 2031 y un salario en torno a los 7-8 millones de euros al año, la entidad azulgrana trabaja a toda máquina para inscribirlo cuanto antes, aprovechando que cumplen con la regla del fair play financiero.
Primera acción en Barcelona: una discoteca cerrada para celebrarlo
Apenas aterrizado en Barcelona, Williams ya ha mostrado su entusiasmo por unirse al Barça. Según fuentes fiables, su primera decisión ha sido celebrar con una fiesta muy especial: alquiló y cerró una conocida discoteca de la ciudad para compartir un acto privado con su círculo íntimo. Aunque se trata de un gesto simbólico y festivo, la dirección deportiva del club recibe señales de su fuerte compromiso… y se prepara para reforzar su imagen pública como nuevo embajador culé.
Este tipo de acciones, combinadas con su carácter cercano y desenfadado, conectan bien con la base joven de aficionados del Barça. Sin embargo, también ponen en evidencia la delgada línea que Nico deberá gestionar entre su naturalidad y el escrutinio mediático que genera ser nuevo jugador del primer equipo.
Encaje táctico e impacto inmediato en el vestuario
Desde lo deportivo, el fichaje de Nico viene marcado por su perfil: extremo zurdo, rápido, habilidoso en el dribling y con gran capacidad para generar ocasiones. Con más de 10 goles y 7 asistencias en la pasada temporada, además de su aporte en la Eurocopa 2024 con España, se convierte en una apuesta consistente para reforzar la banda junto a Lamine Yamal y Pedri.
Hansi Flick considera que Nico complementará a la perfección al bloque joven, aportando verticalidad y capacidad de desequilibrio. Aunque el trabajo defensivo será una prioridad, el club confía en su adaptación al método. Además, su llegada refuerza el planteamiento estratégico del Barça: apostar por talento emergente en lugar de grandes estrellas con contratos elevadísimos. El cierre de la discoteca simboliza sus ganas de marcar el camino desde el punto de partida; ahora deberá demostrar lo mismo en el campo y en la vida diaria del vestuario.