No tiene minutos en el Barça, pero no quiere irse: Laporta pagó 3 millones para nada

En los despachos del club preocupa una decisión firme del jugador que condiciona el próximo movimiento del mercado

No tiene minutos en el Barça, pero no quiere irse: Laporta pagó 3 millones para nada

El FC Barcelona vive semanas de decisiones delicadas, especialmente en lo que respecta a la gestión de su talento joven. Entre los nombres que generan debate aparece el de Roony Bardghji, un extremo con proyección, pero sin protagonismo real en el primer equipo. Pese a la falta de minutos y a las dudas que genera su situación deportiva, el jugador ha tomado una postura firme: no quiere irse. Y esa decisión vuelve a poner el foco en una operación que costó cerca de tres millones de euros y que, por ahora, no ofrece retorno inmediato.

Un talento joven que se queda… aunque no juegue

Roony Bardghji tiene claro su objetivo. Quiere triunfar en el Barça y hacerlo desde dentro. No contempla cesiones ni traspasos como atajos rápidos. Prefiere asumir la dificultad de competir en una plantilla exigente antes que buscar comodidad en otro proyecto. En un mercado donde muchos jóvenes priorizan los minutos inmediatos, su decisión resulta llamativa.

El contexto, sin embargo, no es sencillo. El extremo apenas cuenta para el primer equipo y su presencia en las convocatorias no se traduce en continuidad sobre el césped. Aun así, su convicción no se ha movido ni un milímetro. Desde Inglaterra han llegado sondeos y contactos indirectos, pero el mensaje del jugador ha sido claro: no es el momento de salir.

Esta postura genera una lectura incómoda en el entorno culé. El club invirtió una cantidad significativa pensando en un perfil de futuro, pero hoy ese futuro sigue en pausa. Para muchos, la sensación es evidente: el Barça tiene un activo parado que no crece ni se revaloriza.

Laporta, el mercado y una apuesta que divide opiniones

La operación se cerró bajo el mandato de Joan Laporta, en un momento en el que el club apostaba fuerte por talento joven con margen de crecimiento. Bardghji encajaba en ese perfil. Calidad, desborde y proyección internacional. El problema no es el talento, sino el contexto competitivo. Clubes como el Crystal Palace, el Everton, el Nottingham Forest o el Sunderland han mostrado interés real, ofreciendo minutos y protagonismo inmediato. Ninguna propuesta ha cambiado la hoja de ruta del jugador.

Desde el club se valora positivamente su compromiso, pero también se es consciente de que el tiempo juega en contra. Sin minutos, no hay evolución visible. Sin evolución, la inversión se estanca. El Barça gana control, sí, pero asume el riesgo de que esos tres millones no generen impacto deportivo ni económico.