Alguacil y Lopetegui lanzan su amenaza a Ancelotti, Simeone y Xavi

Posiblemente Xavi Hernández es el que más esté sufriendo y vaya a sufrir las consecuencias de esta rebelión en curso en la liga española, más que nada por la distancia que separa al Barça de estos rebeldes, sin embargo ni Carlo Ancelotti ni el Cholo Simeone dejan de tomar ya muy en serio a dos aspirantes a la zona de Champions League y, por qué no decirlo, incluso a la conquista del cetro liguero.

Indudablemente hablamos de Real Sociedad y Sevilla, hoy por hoy dos de los mejores equipos de España y aspirantes a plantar cara en lo alto de la tabla a Real Madrid y Atlético de Madrid. Evidentemente la pregunta del millón con el equipo de Imanol Alguacil y el de Julen Lopetegui es dilucidar si podrán aguantar el ritmo de la regularidad como hasta el momento presente durante lo que resta de campeonato.

Lógicamente por plantilla, especialmente en los duelos directos, el Real Madrid, el Atlético de Madrid y el FC Barcelona deberían dar un paso al frente o como poco un golpe sobre la mesa, pero los datos y la realidad nos dice algo muy distinto. De momento el equipo vasco comanda la liga con 28 puntos en 13 partidos, uno más que el Real Madrid y Sevilla, que eso sí han jugado 12 veces. Con 23 está el Atlético de Madrid, también con 12 partidos, mientras que el Barça tiene 17 puntos en 12 partidos.

En el factor de condicionantes externos al campeonato hay que decir que todos ellos están también inmersos en competición europeas, al menos por el momento; luego, la distracción intersemanal será conjunta, pero hasta la fecha la Real es el equipo más fiable, el Madrid el más goleador y el Sevilla el menos goleado. O lo que es lo mismo, atléticos y sobre todo culés van a tener que remar mucho para alcanzarlos. Por otro lado, el Barça de Xavi se enfrenta a un peligro real, los 11 puntos que los separan del líder y los 10 con respecto a merengues e hispalenses es una distancia que ya de por sí se antoja compleja, luego el margen para ellos, si es nulo ante tanta rivalidad, en el caso culé es casi crítico: o el Barça camina de ahora en adelante por la vía de la perfección o su tren puede haber pasado.