Ancelotti señalado por todos se juega la vida: Chamartín mira a Benzema y Vinicius con lupa
El conjunto blanco llega con más dudas que nunca a un choque a vida o muerte para sus aspiraciones ligueras
Hay partidos donde lo que está en juego es mucho más que tres puntos. A veces pueden ser títulos, ascensos, descensos u honor. Sin embargo, en el Real Madrid lo que está en juego es el puesto de entrenador. Carlo Ancelotti se lo jugara todo ante un Betis que puede dar la estocada final a un Madrid que llega muy tocado después de la derrota ante el Barça en el Santiago Bernabéu.
El de este domingo será un partido de urgencias donde en caso de no ganar, se puede desatar la tormenta perfecta en las oficinas de Chamartín, cuyas consecuencias podrían llevarse por delante a Ancelotti y a más de un jugador, especialmente a algunos de los grandes señalados del jueves.
Los blancos llegarán con su habitual plaga de lesiones en defensa y con su centro del campo más discutido que nunca. Camavinga, que defensivamente es un muro, ha demostrado ser muy poco fiable en salida de balón. Mientras que Kroos y Modric están a años luz de ser esos directores de orquesta infalibles, hoy en día, sus piernas no dan para tantos esfuerzos y acaban restando mucho despliegue físico a su equipo. Además, el croata será baja segura al estar sancionado por acumulación de amarillas. Finalmente, en la delantera Vinicius y Benzema deberán reivindicarse y sacar de nuevo su mejor versión. El carioca tendrá que mostrar ese desborde que no se vio ante el Barça y Araujo y el galo, lejos de ser el mismo que ganó el Balón de Oro, haría bien en recuperar su estado de gracia si quiere tocar metal esta temporada.
En caso de perder, el Real Madrid estaría en riesgo de quedarse a 10 puntos de distancia del Barça. La semana pasada, los blancos ya se salvaron de decir adiós a la liga gracias al tropiezo de los de Xavi ante el Almería. Sin embargo, es poco probable que los blaugranas vuelvan a caer y que lo hagan en el Camp Nou. En este sentido, el choque en el Benito Villamarín será una final para un Madrid que debe ganar si quiere seguir vivo en la carrera por la liga española.