Anuncio terrible para los fichajes del Barça: Messi y Koeman hartos

Es la casa de los truenos y los relámpagos, solo que, para desgracia de los implicados, interesados y aficionados, este constante ruido atronador no viene dado por el poderío de sus inquilinos ni una rabia contenida que haga conseguir todos los objetivos, sino más bien todo lo contrario. Al Barça de Koeman no le dejan despegar -quizá sea también parte del problema- y tanto Tintín como algunos ilustres de la plantilla, entre ellos Leo Messi, están hartos. El último lío viene por un anuncio demoledor que pone más contra las cuerdas el proyecto.

Y es que la incertidumbre ha crecido si cabe más en el club con la salida de Josep Maria Bartomeu, ya que nada se ha concretado salvo rumores preocupantes acerca de la situación económica de la entidad de la ciudad condal. El presidente de la gestora del Barça, Carles Tusquets, salió al ruedo público de los mass media y no tranquilizó a nadie de la masa social del Barça, si cabe ha generado más debate. Se habla de elecciones en enero e imposibilidad de fichajes.

Y con todo ello en primer lugar se ha dejado intranquilo a un Ronald Koeman que ve seriamente peligrar la posibilidad de lanzarse al mercado de fichajes a por refuerzos, donde esperaba cerrar las incorporaciones de Eric García, del Manchester City; Memphis Depay, del Olympique de Lyon, e incluso Georginio Wijnaldum, del Liverpool, pero todo eso ahora queda en el limbo ante la grave situación institucional y financiera, que por no garantizar no garantiza ni su puesto.

Para Messi esto es desbordante y ahonda en la idea de un club a la deriva que ya no tiene nada más que ofrecerle. Messi ya se sentía defraudado con la situación de verano; para él se había ganado salir del club cuando quisiera, pero no se lo permitieron y el hecho de que esta temporada esté haciendo uno de sus peores arranques no es casual: no es feliz, cuenta los días para abandonar el club y vuelve a tener la sensación de que con lo que tienen no les da para competir ni siquiera en España. Crece la incertidumbre en Can Barça y eso solo agrava las heridas abiertas.