El error de Zinedine Zidane fue echar a esta pieza del Real Madrid

El problema del Real Madrid esta temporada han sido las lesiones, y una preparación física poco adecuada. Muchos echan la culpa a Zinedine Zidane, y con razón, pues la planificación de la plantilla no fue la correcta, como ha demostrado el tiempo. Se deshizo de varios futbolistas que podrían haber sido de gran ayuda, y que podrían haber aportado más fondo de armario. Y, en su lugar, se quedó con varios cracks que no han ayudado en nada, y que casi ni han jugado.

Porque el calendario ha sido igual de cargado para todos. La diferencia es que otros equipos han sabido gestionar sus rotaciones, y dar descanso a quien lo necesitaba, y otros, como es el caso del cuadro blanco, no. Pero es inevitable no centrar la mirada en Gregory Dupont, que ha hecho un trabajo más que cuestionable. Y es que hay muchas piezas que se quejan de la poca exigencia que impone en los entrenamientos, motivo por el que Eden Hazard, Isco Alarcón o Marcelo Vieira están tan mal.

El propio capitán, Sergio Ramos, es el primero que le ha señalado, pues ha tenido que trabajar con un preparador y un fisioterapeuta personal, como se ve en su documental. Y las numerosas lesiones que han sufrido casi todos los cracks del equipo no tienen otra explicación que esa. Pocos son los futbolistas que no han caído, y, algunos, han pasado más tiempo en la enfermería que en el terreno de juego. Dani Carvajal es el ejemplo más claro, sin olvidarse de Fede Valverde.

En cambio, al anterior ayudante de ‘Zizou’, Antonio Pintus, está triunfando en el Inter de Milán. Con él en la primera etapa en el Santiago Bernabéu, todas las estrellas estaban a su máximo nivel, y por eso ganaron, entre otras cosas, tres Champions League consecutivas. Pero el entrenador francés decidió que, en esta nueva etapa, no iba a contar con él en su cuerpo técnico. Así que se marchó con Antonio Conte. Y los números hablan por sí solos.

Apenas ha habido lesiones en el conjunto ‘neroazzurro’, que ha ganado la Serie A con una facilidad abismal.

Allí, vuelan, y casi no hay quejas por el trabajo.