El fichaje de Victor Font se ríe de la pena de cárcel de Sandro Rosell

Víctor Font presentó hace unos meses a Marc Duch como fichaje estrella para su candidatura. El objetivo era seguir convenciendo a los socios del Barça del proyecto que tiene en mente, y ser elegido en las elecciones que se celebran el próximo 24 de enero. Pero, a día de hoy, y pese a que en algún momento le llegaron a colocar como el gran favorito, la realidad es que está a años luz de Joan Laporta, su gran rival. Así lo dicen las firmas recogidas por uno y otro, en las que el ex presidente culé entre 2003 y 2011 le saca más del doble de ventaja.

El empresario catalán, fundador de Delta Partners Group, convenció al líder de ‘Manifest Blaugrana’ para que se fuera con él. Junto con Jordi Farré, había sido una de las caras visibles en la moción de censura que acabó consiguiendo su gran objetivo: la dimisión de Josep María Bartomeu. "Con las cinco precandidaturas que hay -ahora seis-, es bastante fácil escoger. La que está más trabajada es la de Víctor Font. No hay color entre Jordi Farré y Font” espetó en sus declaraciones Duch, que no se cortó en lanzar varias indirectas al resto de candidatos.

Font creía haber dado un paso de gigante, y contaba con Marc como una de sus grandes bazas. Pero, al parecer, no estudió del todo su pasado, y no le dio por investigar sus orígenes. Y es que en las redes sociales siempre quedan pruebas de los delitos, y sale muy mal parado por un mensaje que publicó hace unos años. En él, mostraba una falta de respeto y de humanidad tremendos, mofándose del paso de Sandro Rosell por la cárcel.

El que fuera sucesor de Laporta en el Camp Nou ha relatado en diversas ocasiones el calvario que vivió en el Soto del Real. Algo que a Duch parece que le hacía mucha gracia, pues no tuvo problema en mencionar al hermano de Sandro, Sergi, para reírse como una hiena de la familia. "Buenos días, Sergi Rosell, ¿Cómo ha dormido el tete? ¿Algún imprevisto carcelario?" rezaba el twwet en cuestión. Y peor es todavía cuando recordamos el drama que vivió dentro, ya que le fue negada la libertad condicional en varias ocasiones. Pero la peor parte se la llevó su socio, con el que compartió celda, Joan Besolí.

Su hijo, mientras él estaba internado, se quedó paralítico después de un accidente automovilístico, y no pudo visitarle. De hecho, no lo hizo hasta que quedaron libres, después de 644 interminables días de internamiento. Una historia digna de película de terror, y que conmociona a todo aquél que la lee.Excepto para un Duch que ve en la tragedia el momento ideal para hacer bromas.

No encaja en los valores que transmite un club tan grande como el Barça.