El mejor secreto de Zidane y Florentino ve la luz: 2 críos y 90 kilos

Puede que Vinícius Júnior sea ahora un jugador menos alocado y encarador, más pasivo en el uno contra uno, pero esa faceta se la ha pedido Zinedine Zidane, que entiende al brasileño como un jugador capaz de romper defensas abiertas al espacio pero que debe guardar fuerzas para apoyar y trabajar si cabe más en defensa. Ahora Vini está donde quiere Zidane. Tanto o más que su compatriota Rodrygo Goes, cada vez más cómodo en esa doble función. Ambos le costaron al Madrid cerca de 90 millones y los dos son ya ejes cruciales del equipo de Zizou y Florentino Pérez. Sin ir más lejos lo serán esta noche en el duelo adelantado de la jornada 19 ante el Athletic Club de Bilbao (22.00, hora española)

Muy probablemente, ante las bajas de Jovic, Hazard, Odegaard y Mariano, ambos sean de la partida de inicio (quizá puede que se caiga Vinícius en detrimento de un Marco Asensio que no está aprovechando las oportunidades que le da Zidane) Con todo, en algún momento compartirán espacio sobre el tapete verde los dos jóvenes brasileños, que están siendo un impulso determinante en la pizarra del preparador francés. Es su momento.

Con ellos el míster francés ha encontrado más piernas y músculo, desborde y cada vez más asociación certera con Karim Benzema, auténtico engranaje sobre el que pivota el ataque merengue. Prueba de ello fue el segundo gol blanco ante el Borussia Mönchengladbach: desequilibrio, centro medido y tanto de Karim. Lo cierto es que en tiempos de profunda crisis en el balompié, ambos, de 20 años el de São Gonçalo y 19 años el de Osasco, ya están dando rédito, puntos y valor añadido al Madrid.

Es cierto que pocas veces hemos tenido la ocasión de verles en el mismo once, por lo que esta noche puede ser especial para ellos ante el cuadro bilbaíno. ¿Y por qué son cruciales para Zidane? Porque aún siendo futbolistas muy diferentes y que aportan cosas disímiles, ambos han interiorizado el trabajo y la movilidad que pide Zizou y con eso y su talento les da para aportar calidad, intensidad y orden al bloque, uno que lleva velocidad de crucero y que no quiere perder este ritmo en el Alfredo Di Stéfano, el ritmo que marca, en parte, la samba de sendos jugadores.