Es el próximo Gica Hagi: talento rumano en la agenda del Barça

Gica Hagi fue uno de los mejores jugadores de la década de los 80 y los 90. De hecho, muchos le colocan en un top 100 de la historia, como es el caso de Pelé, aunque eso ya suena algo más exagerado. Lo que no se puede negar es que tenía un talento impresionante en sus botas, y que hizo una gran carrera en la élite. Tenía un buen golpeo de balón, y, sobretodo, destacaba por su calidad técnica, su habilidad y su clase, siendo un lujo verle en cada partido.

Tras comenzar su carrera en Rumanía, su país natal, el Real Madrid le fichó procedente del Steaua de Bucarest, pero solo duró dos años en el cuadro blanco. Fracasó rotundamente y se marchó a Italia, para jugar en el Brescia, donde recuperó la sonrisa, y de nuevo ofreció un buen nivel, lo que le valió para regresar a La Liga Santander. Pero, esta vez, fue para recalar en el Barça, convirtiéndose en uno de los pocos futbolistas que vistieron la elástica de los dos gigantes de España.

Tampoco brilló con los culés, y se marchó al Galatasaray, donde colgó las botas en 2002, y sí que hizo carrera, dejando un gran recuerdo. De hecho, para la afición es un ídolo, y formó parte del equipo que ganó la Europa League y la Supercopa de Europa en el año 2000. Ahora, su hijo, Ianis Hagi, sigue sus pasos, y juega en el Rangers de Steven Gerrard, líder en Escocia, tras pasar por el Genk. Pero el protagonista de hoy es otro, y responde al nombre de Dennis Man.

A sus 22 años, de la misma generación que el hijo de Hagi, para muchos es el mayor talento que hay en el futbol rumano. Pese a no ser delantero centro, juega pegado a una banda, este joven jugador suma 18 goles y 10 asistencias esta temporada, y hace tiempo que viene haciendo méritos para dar el salto y probar suerte en una competición más exigente. Milita en el Steaua Bucarest, e incluso ha sido vinculado al Manchester City de Pep Guardiola.

En el Camp Nou han sido advertidos de su potencial, y piden que no se le pierda la pista.