Estalla contra Zidane: la pieza del Real Madrid que pide salir

Estalla contra Zidane: la pieza del Real Madrid que pide salir

Está harto de su escasez de minutos

La situación de Andriy Lunin no es nada agradable, desde luego. Hace ya más de dos años y medio desde que aterrizó en el Real Madrid, pero aún ni siquiera ha podido debutar en partido oficial. Fue una apuesta personal de Florentino Pérez, que pagó casi nueve millones de euros al Zorya Luhansk, pero todavía no ha dado sus frutos. Por suerte, aún es joven, apenas tiene 21 años, una edad en la que los porteros no están ni cerca de su madurez profesional.

Pero es innegable que las cosas no van como se esperaban. Al poco de aterrizar en La Liga Santander, fue cedido al Leganés. Y pasó un primer curso de adaptación al país y a la capital de España, donde tuvo algunos minutos, y cuajó buenas actuaciones, pero siendo suplente habitual. Por ello, la segunda campaña se fue a otro club: el Real Valladolid de Ronaldo Nazario, donde solo duró seis meses. Porque tampoco jugó lo que estaba acordado.

Lunin

Y pasó la segunda mitad de la temporada anterior en La Liga SmartBank, concretamente, en las filas del Real Oviedo, donde sí pudo gozar de protagonismo, y demostrar sus condiciones. Este verano, tras la marcha de Alphonse Areola, decidieron que el internacional ucraniano, que fue Guante de Oro y campeón del Mundial sub 20 de 2019, volviera al Santiago Bernabéu. Esta vez, para quedarse, y ser el recambio de Thibaut Courtois.

El problema es que el gran rendimiento del internacional belga hace que no haya salido de la banca. Zinedine Zidane elogia su actitud y sus cualidades, pero no puede apostar por Lunin, viendo el estado de forma del ex de Atlético de Madrid o Chelsea. Y es lógico que el canterano del ya extinto Dnipro comience a desesperarse, pues ve en riesgo su progresión. No puede conformarse con jugar solo la Copa del Rey, que no son más de una media docena de partidos al año.

Por eso, se plantea su salida en el mercado invernal, o en verano, a más tardar. Pero, esta vez, no como cedido, si no traspasado definitivamente.

Quiere irse a un sitio donde pueda ser el guardián de los tres palos.