Estalla el lío más gordo con un crack: Ernesto Valverde, muy preocupado

Estalla el lío más gordo con un crack: Ernesto Valverde, muy preocupado

El Barça empieza el curso con mal pie

Era una de las posibilidades y se está confirmando. También era la gran baza culé para conseguir convencer a Neymar, su entorno y sobre todo a Nasser Al Khelaifi de que el brasileño debe abandonar París y unirse a las filas culés, pero está fallando. Josep Maria Bartomeu se ve contra la espada y la pared no ya por ver frustrado su intento de vestir al de Sao Paulo de azulgrana, sino porque se avecina lío gordo en el vestuario justo antes de empezar a rodar la temporada.

Sobre ello le ha hablado Ernesto Valverde, el cual está preocupado con la posibilidad de que le crezcan problemas sin ni siquiera haber echado a nadar. Para el txingurri es una necesidad vital tener un equilibrio total en el vestuario, algo que comparte con la gran estrella del Camp Nou, Leo Messi. El obstáculo para ellos, sin embargo, está fuera de sus posibilidades, ya que las decisiones que están en juego no están en sus manos, al menos en el decreto definitivo.

Tampoco ha mostrado un interés desmedido el receptor de la oferta, el PSG, que desea dinero por Neymar, y mucho, su inversión de hecho, y por ahora se cierra en bandas a jugadores como intercambio. Sí le han sugerido al Barça una posible ventaja por Ivan Rakitic, pero en Can Barça tienen previsto que el croata sirva para hacer caja precisamente en esa operación, por lo que no es viable. Hay otras opciones, pero deben gustar a las tres partes, en París, en Barcelona y al jugador señalado.

Neymar Junior, en el aeropuerto

Y además está la otra dificultad: Philippe Coutinho. El brasileño ofrece resistencia a salir y no quiere oír hablar de traspasos, de hecho cuando le han preguntado desde el club ha respondido lo mismo: quiero triunfar en el Barça. Y si Philipinho no sale, Ney no entra. Es una regla de tres que se han grabado a fuego en las oficinas del coliseo blaugrana. El tiempo apremia y tener a una superestrella a disgusto o en la grada no es buen negocio para la armonía grupal.  

Suárez y Coutinho, en pretemporada