Florentino Pérez traiciona a dos cracks del Real Madrid: a la calle
Lía una muy gorda en el vestuario
Florentino Pérez fue quien fichó y apostó por Vinicius Junior y Rodrygo Goes, por los que pagó un auténtico dineral. Él los descubrió gracias a Juni Calafat, que no dudó ni un solo momento a la hora de recomendárselos al Real Madrid y hacer una clara advertencia: tienen potencial para destacar. El problema es que salieron demasiado caros, 65 millones de euros el primero, y 40 el segundo, una losa que cargan a su espalda y no logran liberar.
En el caso del canterano del Flamengo, que llegó primero, comenzó en el Castilla, en Segunda División B, y tardó más de lo esperado en dar el salto al primer equipo. Pero lo hizo, y fue una de las pocas noticias positivas en esa temporada, la peor que se recuerda en mucho tiempo. El problema es que, tras la llegada de Zinedine Zidane y Eden Hazard, le quitaron el puesto de titular, y desde entonces ha ido alternando situaciones adversas.
Lo que está claro, a sus 20 años, es que ni mucho menos es intocable, y, si bien tiene muy buenas condiciones, aún está muy ‘verde’. Ni mucho menos ha aprovechado sus oportunidades, y es por eso que ya se habla de su posible cesión a otro lugar donde pueda tener más continuidad, que es justo lo que necesita. El ex del Santos, por su parte, se incorporó un año más tarde, y necesitó de menos tiempo para hacer su debut, y ganarse un puesto.
Y, en especial, demostró un olfato goleador muy interesante, que le ha hecho jugar bastantes partidos clave, en especial, en la Champions League, donde tiene un gran idilio. Pero se fue deshinchando con el paso de los meses, y ahora es otro crack que ‘Zizou’ tiene como opción secundaria. Para colmo, se ha lesionado de gravedad, u estará durante varios meses alejado de los terrenos de juego. En el Santiago Bernabéu se agota la paciencia con ambos.
Es por eso que han decidido que escucharán las propuestas que lleguen, tanto por Rodrygo, como por Vinicius. Una traición de las que marcan época, y que escocerá a más de uno, sin duda.
Así es la vida.