Florentino y el regalo envenenado que desprecia Zidane y genera tensión

Florentino y el regalo envenenado que desprecia Zidane y genera tensión

La paz que se respiraba puede acabar con esto

El Real Madrid vive ahora en un momento de alegría tras la consecución de la trigésimo cuarta liga. Si hay un nombre que destaca por encima de otros es el de Zinedine Zidane. El técnico ha vuelto a dirigir una obra maestra y ha demostrado que lo suyo no es suerte o casualidad, no es flor: Zidane es un entrenador como la copa de un pino y un gestor de grupo inigualable. Florentino, aprovechando el buen momento y la paz social ha querido colarle a uno de sus descartes para el próximo año: Dani Ceballos. La tranquilidad se ha acabado, Zizou no le quiere de vuelta.

La Premier le valora

El andaluz dijo hace dos días que no le importaría quedarse en el Arsenal, pero la dirección deportiva cree que reforzar el medio del campo es clave para el año que viene en el que se supone, y sobre todo se desea, habrá jugadores como James o Bale que ya no estén en la plantilla. Por eso la figura de Dani Ceballos cobra más importancia. Para Florentino el ex del Betis debe estar en el Madrid, pero Zidane no piensa lo mismo.

El francés está deseando que el equipo blanco se desprenda definitivamente de Ceballos. En Inglaterra están cada más convencidos de que es un jugador para un equipo grande. El Arsenal quiere su cesión porque no puede pagar, ni quiere, pagar los 40 millones que ahora pide el Madrid. Sin embargo, no ven con malos ojos contar con él de nuevo. Zidane había dado el ok, por eso no esperaba este repentino cambio de planes. ¿De verdad tiene que lidiar con un jugador con el que no cuenta?

La polémica no va a durar mucho puesto que dentro de unos días el Madrid volverá a concentrarse para prepararse para el partido de vuelta contra el Manchester City. No obstante, estos días que se suponen que serían de vacaciones y tranquilidad han reventado la paz de Zidane. No quiere a Ceballos y para él es un regalo envenenado de Florentino. No hay más que hablar.