Fue el gran fracaso de Bartomeu, arruinó al Barça y apunta a ser la dupla mágica de Isco Alarcón
Philippe Coutinho podría ser una de las bombas del mercado veraniego
La llegada de Isco Alarcón al Benito Villamarín tras seis meses sin equipo es, sin duda, una de las grandes sorpresas de este 2023 en el capítulo de movimientos. Y ojo, porque el rendimiento del malagueño de 30 años, a pesar de llevar más de ocho meses alejado de los estadios, está siendo majestuoso en este arranque de temporada, tanto que Isco ya ha sido catalogado como una de las grandes revelaciones en lo que va de campaña en LaLiga.
Eso sí, esta podría ser solo la primera de las dos bombas que pretende cerrar el Real Betis en este periodo estival ya que, según ha reportado GOAL, el conjunto de Heliópolis ha fijado su mirada en Philippe Coutinho. El futbolista carioca lleva ya muchas temporadas sin ofrecer esa versión que enamoró a Josep María Bartomeu y que propulsó su aterrizaje en el Camp Nou en 2017 y ahora, tras una etapa más que complicada en el Aston Villa, podría tener aquí una oportunidad profesional en España.
Cabe señalar, a colación de todo esto, que la complicada situación que vive Coutinho y el deseo del club inglés de traspasar al futbolista ha provocado la irrupción en escena de varios clubs de la Saudi Por League y que, con una importante oferta salarial de por medio, parecían tener todo de cara para convencer al mediapunta brasileño, pero nada más lejos de la realidad.
Estas opciones, por diferentes motivos, han ido desapareciendo del mapa y ahora el club español es el destino predilecto de un Coutinho que podría formar, junto con Isco, una de las duplas -por talento- más atractivas del campeonato.
Un fracaso histórico
Volviendo a poner la mirada en la Ciudad Condal, recordemos que la gestión de Bartomeu aquí no fue la más exitosa en cuestión de fichajes. El presidente abonó más de 130 millones de euros al Liverpool en 2017 para cerrar la llegada de Coutinho y el rendimiento del jugador, ni de lejos, hizo balance a tal inversión.
Eso sí, este gasto provocó importantes daños al sistema financiero culé y Joan Laporta, más de seis años después del fichaje, sigue acusando en gran medida el error cometido por el expresidente.