Gareth Bale tiene su futuro decidido. Y no gustará a Zidane

Un problema para el Real Madrid.

Gareth Bale tiene su futuro decidido. Y no gustará a Zidane

Gareth Bale ya habría definido su futuro y no es lo que Zinedine Zidane lleva tiempo esperando. Las salidas en el Real Madrid se están resolviendo finalmente, entre ventas y cesiones las finanzas del equipo presidido por Florentino Pérez se han ido saneando, dando incluso una holgura que en tiempos de crisis suena a utopía. A pesar de esto, el galés sigue siendo la pieza más importante del rompecabezas de transferibles y la alarma sobre su próximo destino ha vuelto a sonar.

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Zidane ya planifica la nueva campaña, pero en medio de la pretemporada se ha topado con que la salida de Bale se complicó nuevamente por un tema salarial que es inasumible para los interesados. En ese sentido, el Expreso de Cardiff ha decidido continuar un año más en el club merengue y forzar su salida durante el siguiente mercado de verano. Esto con el objetivo de obligar a la dirigencia a una venta de menor precio por la presión de que se termine marchando gratis poco después.

La continuidad de Bale representa dos malas noticias para la Casa Blanca, pues Zidane tendría que lidiar nuevamente con un foco de conflicto en el vestuario, a su vez, para el club seguiría un enorme gasto salarial por un jugador que está fuera de forma y de los planes.

Solo hace falta recordar los números del atacante en el curso 2019-20 para entender que, a sus 31 años, ya no es la estrella que seguiría los pasos de Cristiano Ronaldo. 20 partidos con tan solo 2 goles y 2 asistencias lo dicen absolutamente todo del ‘11’ blanco. Así, por enésima vez será el turno de que ZZ utilice sus habilidades de pacificador para equilibrar una campaña que no se anuncia sencilla por la falta de refuerzos.

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Bale y la actitud contraproducente que quiere eliminar Zidane

La apatía, desgano, falta de compenetración con el grupo y poca seriedad en momentos críticos del equipo han generado que Bale no fuera ni la quinta opción de cambio en la segunda vuelta de la campaña. Sin embargo, esta actitud afecta el rendimiento del futbolista con su selección para los próximos retos internacionales que sí lo motivan. La tarea de Zidane será recuperar a Bale y la armonía del grupo para llevar lo mejor posible el año de la incomodidad.