Joan Laporta se carga a el titular del Barça: a la calle

Joan Laporta llegará al Barça con la escoba y el recogedor bajo el brazo, pues tiene intención de cargarse a varias piezas. No le importa que sean titulares, o lo que hayan podido significar en el pasado, pues tiene claro que, si no rinden y dan la talla, se marcharán del equipo. Hace unos días, ya se conoció la noticia de que Sergio Busquets está en el punto de mira, y en el caso de no espabilar pronto, y mejorar sus prestaciones, tiene las puertas de salida abiertas.

Pero ni mucho menos será el único, ya que el gran favorito para ocupar la presidencia culé, algo que se conocerá en las elecciones del próximo 24 de enero, tiene a otros jugadores señalados. Y Clément Lenglet no se salva de la quema, en absoluto, por lo que, en caso de que las cosas no cambien y de manera radical, también abandonará el barco. Nunca ha sido un admirador de su juego, y ya tenía previsto incorporar a otro central de garantías, de todos modos.

No obstante, las pocas dudas que podía tener en el pasado, pues a mucha gente le parecía un gran jugador, han quedado completamente despejadas. No es para menos, teniendo en cuenta el pobre nivel que ha ofrecido el internacional francés en estos últimos meses. Justo cuando su equipo le necesitaba más, tras la grave lesión de Gerard Piqué, en lugar de dar un paso adelante, ha dado uno para atrás. O, incluso, se puede decir que varios.

Ha firmado partidos para el olvido, indignos de un crack que milite en el Camp Nou, y encima, con un papel importante. Despistes por culpa de la concentración, pérdidas absurdas de balón, errores infantiles, mal posicionamiento, un nulo liderazgo… el ex del Sevilla y del Nancy ha sido un tremendo desastre, y la afición ha pedido que Ronald Koeman le siente en el banquillo. Hasta Ronald Araújo y Oscar Mingueza, ambos de 21 años y sin experiencia, le han pasado por delante.

Laporta lo quiere fuera, y le colocará el cartel de transferible. La idea será recuperar una parte de los 35 millones de euros que desembolsaron en su día.

No está mal.