Joan Laporta y Florentino Pérez se quedan sin un futurible

Bryan Gil había sido una de las grandes revelaciones de La Liga Santander, y se había ganado el interés de los mejores clubes del continente. Entre ellos, el Barça y el Real Madrid, que también habían sucumbido a los encantos de un futbolista con una capacidad para driblar y superar oponentes con una facilidad pasmosa. Sin duda, se trata de uno de los mejores regateadores de toda Europa, y su potencial y su brillante futuro asustaban.

Luis Enrique le premió haciéndole debutar con la selección española absoluta, y también participará en los Juegos Olímpicos. Lo que tiene más mérito de todo esto es que apenas cuenta con 20 años, y ha destacado jugando en las filas del Eibar, a modo de préstamo por el Sevilla de Julen Lopetegui. Allí, tenía una cláusula de rescisión muy apetecible en su contrato, de apenas 30 millones de euros. Y estaba en ojos de una gran cantidad de equipos.

Así que al final, Monchi ha accedido a su venta, y lo hará por una cantidad sensiblemente inferior. Pero no mucho, pues conseguirá 25 ‘kilos’, además de los servicios de Erik Lamela, pues el destino del andaluz se encontrará en el Tottenham Hotspur. Nuno Espirito Santo había pedido a un crack como él, y el trato está muy cerca de ser oficial, después del acuerdo alcanzado durante la tarde de ayer. Una gran operación para todos.

Joan Laporta y Florentino Pérez han sido notificados al respecto, y podrían hacer algo para evitarlo, pero han decidido dejarlo correr. Creen que no era necesario en absoluto, y que todavía está muy ‘verde’, por lo que es mejor esperar a dentro de un futuro. En la Premier League, Bryan tendrá una buena oportunidad para seguir demostrando su valor y su talento, en una competición que se adapta muy bien a sus características y sus condiciones.

Gil espera seguir creciendo a nivel individual, y ser uno de los pilares de ‘la Roja’ durante el Mundial de Catar de 2022. Además, económicamente, la propuesta que le han hecho los ‘spurs’ era prácticamente irrechazable.

Por lo visto, salen ganando todos en la ecuación.