La venganza por Luis Figo se cocina a fuego lento en el Barça
Todavía se acuerdan de lo ocurrido
Más de 20 años han pasado desde que Luis Figo abandonara el Barça y firmara por el Real Madrid. Para muchos, es considerada la gran traición en la historia del futbol, ya que no solo se fue al eterno rival, después de que Florentino Pérez pagara la cláusula de rescisión. Si no que, además, en el club azulgrana era el capitán, y el ídolo de la afición. Los insultos y las amenazas que recibía en su momento todavía no han cesado, y es ‘persona non grata’ en la ciudad condal.
Años más tarde, se repetiría la historia con Javier Saviola, si bien no tuvo la misma trascendencia, ni de lejos. Y ahora, desde el cuadro blanco, tienen a dos cracks en su mente para volver a repetir la jugada. Esos son Ilaix Moriba y Anssumane Fati, que quedan libres en 12 meses, y cuya fuga sería todavía más dolorosa que la del portugués. Porque están llamados a ser el futuro del club, y, en especial el segundo, ya es titular indiscutible, y venía siendo una de las estrellas antes de lesionarse.
Además, hay que sumarle el hecho de que ambos se han formado en La Masía, y han pasado por casi todas las categorías inferiores. Será otro asunto que Joan Laporta deberá de resolver, ya que, como todos se pueden imaginar, no los quiere perder por nada del mundo. Pero, mientras que trabaja para evitar una catástrofe de esas dimensiones, ya tiene en mente una venganza que se cocina a fuego lento. Y que está muy cerca de producirse.
Porque en el Camp Nou están en conversaciones avanzadas con una de las perlas que hay en La Fábrica, y a la que ven con potencial para triunfar en la élite. Se trata de Antonio Blanco, por el que muchos apostaban como sustituto de Casemiro, y que pensaban que iba a debutar en el primer equipo este curso, tras quedarse con las ganas en el anterior. Pero la realidad es que aún no lo ha hecho, ya que no es del agrado de Zinedine Zidane, que sí se lo ha llevado a algunas convocatorias.
Aprovecharán que su contrato acaba en junio, para llevárselo gratis.