Lío con Messi: la enganchada que incendia el Barça y acaba con una venta

En el Barça no se ponen de acuerdo. Porque Quique Setién aterrizó el pasado mes de enero con un claro objetivo. Primero, lograr resultados y convencer con un juego basado en la posesión. Y segundo, recuperar la mejor versión de algunos futbolistas, en especial, Ousmane Dembélé. El cántabro confía plenamente en sus cualidades, y cree que puede ser importante.

Obviamente, estaba informado de sus problemas con el idioma, de su poca profesionalidad, de sus constantes lesiones… pero entiende que, a sus apenas 23 años, todavía tiene mucho por hacer. Y, justo cuando aterrizó, el internacional francés estaba a punto de recuperarse de su lesión, que le había hecho alejarse de los terrenos de juego varias semanas.

Pero la mala suerte se volvió a cebar con el ‘11’. Otra recaída, y esta vez, de carácter muy grave. Diagnóstico: varios meses de baja, perdiéndose lo que quedaba de temporada, lo que empujó a fichar a Martin Braithwaite. Leo Messi ya no aguanta más, y, si todavía podía tener una mínima duda, desde ese momento ya no. Lo quiere en la calle, y presiona para que le vendan lo antes posible. 

Sabe que recuperar los 150 millones de euros que pagaron al Borussia Dortmund es imposible, pero confiaba en lograr una cantidad importante. Además, tiene pretendientes. No obstante, contra todo pronóstico, Setién sigue confiando en ‘el Mosquito’, y quiere darle un año más de crédito. Una idea que la directiva no ve con malos ojos, ya que esperan que se revalorice.

Pero el capitán del Barça ha estallado. Dembélé debe de ser uno de los sacrificados para hacer hueco y dejar dinero en las arcas, con la intención de lanzarse a por los fichajes de Neymar Junior y de Lautaro Martínez. Josep María Bartomeu tiene una difícil papeleta por delante.

Elija lo que elija, habrá un damnificado.