Luis Suárez se harta: lo quiere fuera del Barça en enero (y Messi le apoya)

Ousmane Dembélé tuvo el premio de ser titular ante su ex equipo, el Borussia Dortmund, en el último partido de Champions League. Ernesto Valverde le alineó por delante de Antoine Griezmann, quizás pensando en el encuentro ante el Atlético de Madrid, y esperaba que el internacional francés diera el nivel ante sus excompañeros. Pero nada de eso.

Cuando apenas habían transcurrido 26 minutos de juego, el canterano del Stade Rennais se tuvo que retirar lesionado, por sexta vez este año. Un problema que viene acompañando al extremo de 22 años desde que puso un pie en el Barça, y del que parece incapaz de deshacerse. No le permite tener continuidad y siempre llega en su mejor momento de forma.

Ya se han hartado de él, pues le acusan de no cuidar su cuerpo. Creen que no descansa lo suficiente, que no vigila su dieta, y que no hace todo lo que debería de hacer un profesional. A eso se le suma su pobre rendimiento, e irregular, su despreocupada actitud, su falta de profesionalidad, su inmadurez, su falta de adaptación, su elevado precio… en fin, una ruina en todos los sentidos. 

Luis Suárez y Leo Messi, como pesos pesados del vestuario, no han dudado ni un segundo en recomendarle a la directiva azulgrana que le coloquen el cartel de transferible a su espalda. Están en el momento adecuado para deshacerse de él y recuperar parte de la inversión que realizaron hace casi dos años. Porque encontrar a alguien que quiera o pueda pagar 150 millones de euros es muy complicado.

Prácticamente imposible, así que aceptarán propuestas que ronden los 100. Liverpool o Paris Saint-Germain ya han llamado a su puerta y han tanteado la opción. En el Camp Nou se frotan las manos y esperan deshacerse de uno de los mayores pufos de su historia.

Con lo bien que pintaba.