Oficial. Jugará con Messi en el Barça. El francés traiciona a Zidane

El Barça está en clara ventaja para llevarse a Eduardo Camavinga. A sus 17 años, las sensacionales actuaciones que está brindando la joya del Stade Rennais habían llamado la atención de los mejores clubes del planeta, como Bayern de Múnich, Paris Saint-Germain o Juventus de Turín, y también del Real Madrid. De hecho, aseguraban que ya había contactos para ficharle.

Esperaban hacer una oferta por él en el mes de enero, para que fuera el recambio de Casemiro. Una posibilidad que seducía a todas las opciones implicadas, y que acabaría teniendo un coste aproximado de 40 millones de euros, más o menos. Hasta que ha aparecido Leo Messi, que ha solicitado su llegada a la directiva azulgrana, que ha accedido a sus órdenes.

Y han logrado convencer antes al cuadro galo, que se lo quedará cedido hasta final de temporada. De esta manera, en el Camp Nou tendrán más tiempo para encontrar destino a jugadores que le quitan espacio, como Arturo Vidal, Ivan Rakitic, Carles Aleñá o Riqui Puig. Aunque su principal competidor es un Sergio Busquets lejos de su mejor versión, pues juega en la misma posición. 

Camavinga vive en una nube, y también tras escuchar que pronto puede ser convocado por la selección francesa absoluta, pero espera que eso no influya en su rendimiento. De momento, le blindan para evitar que se distraiga, pues la prensa le está metiendo mucha presión encima, comparándole constantemente con N’Golo Kanté. Pero viéndole jugar, resulta imposible no hacerlo.

Por el momento, no hay nada firmado, y Florentino Pérez aún está a tiempo de hacer una tentativa de última hora para cambiarlo todo de manera radical. Porque, de seguir así la cosa, nadie tiene ningún tipo de duda de que la perla nacida en el año 2002 acabará vistiendo de azulgrana.

Caso abierto.