La pelea de Griezmann y Messi que incendia el Barça

Leo Messi y Antoine Griezmann coincidieron de nuevo sobre el césped, esta vez durante toda la primera mitad, en el encuentro que enfrentaba a Barça y al Villarreal. Sin embargo, no pudieron combinar y entenderse bien, y todo acabó cuando el argentino tuvo que ser sustituido al descanso después de que recayera de su lesión, ocupando Ousmane Dembélé su sitio.

En apenas 45 minutos, eso si, dejaron bien claras varias conclusiones. La primera, que no acaban de entenderse bien. Les falta mucha práctica juntos hasta poder coordinarse, porque en ningún momento crearon peligro juntos. Algo que no le gusta nada al ganador del ‘The Best’, que ve al galo un estorbo y un fichaje innecesario, que trata de ocupar zonas de influencia en las que juega él.

Quizás ese es uno de los grandes motivos por los que no son precisamente amigos. Tampoco son enemigos, pero su relación fuera del campo ni es fluida ni lo será nunca. Se limitan a darse los buenos días y punto, no quieren tener más contacto del necesario. Porque el capitán culé tampoco olvida cuando les dejó tirados el verano pasado, echándose para atrás en el último momento. 

Leo también está furioso con ‘Grizzi’ porque cree que puede quitarle el puesto a su íntimo amigo Luis Suárez, algo que no le hace ni pizca de gracia. Y también le señala como el responsable del no fichaje de Neymar Junior, su gran prioridad para el pasado mercado estival, pues cree que, si no hubiera llegado el ‘17’, se habrían lanzado con todo a por el brasileño.

‘El Principito’ está señalado por Messi, como ya le ocurrió en su día a muchos jugadores, y la única manera que tiene de darle la vuelta a la tortilla es respondiendo sobre el terreno de juego. Solo así cambiará su opinión.

Y también la de la afición.