La peor decisión de Zidane puede cavar su tumba en el Madrid

La peor decisión de Zidane puede cavar su tumba en el Madrid

El descarte que salió por falta de confianza del mister, uno de los mayores peligros sevillistas

Fueron varias las decisiones que tuvo que tomar el Madrid este verano para renovar lo máximo posible a una plantilla que había dado síntomas de agotamiento y varias de ellas tienen nombre y apellido, Zinedine Zidane. En el conjunto blanco la opinión de Florentino y de Jose Ángel Sánchez  tiene mucho peso, como máximos dirigentes en sus respectivas parcelas, pero no es menos cierto que con Zidane han tenido más consideración que con otros técnicos y las opiniones del francés de origen argelino han sido siempre escuchadas y en algunos casos definitivas.

Un ejemplo claro de esto es el caso Reguilón. El lateral de origen madrileño y nacido en 1996 (titular indispensable en la selección española sub21, la rojita) tuvo que salir este pasado verano del equipo blanco debido a la falta de confianza de Zizou tras los primeros entrenamientos de la pretemporada unido a que ya en la etapa de Zidane como técnico del Castilla decidió ceder al joven canterano, pues este no era de su agrado. Su destino fue Sevilla, con el siempre hábil Monchi, quien no dejó escapar esta perla de la cantera madridista y se hizo con sus servicios mediante una cesión (sin opción de compra) para completar la plantilla del Nervión en lo que si ha sido una verdadera renovación.

El lateral ha comenzado la temporada enchufado y le ha quitado el puesto al pucelano Escudero, quien ya estaba más que consolidado en esta posición en las últimas temporadas del Sevilla. Debutó con gol (de hecho fue el primer gol del Sevilla en la temporada 2019-2020) y provocó la falta que transformó su compañero Joan Jordán en Mendizorroza para llevarse una nueva victoria que le hace estar líder de la Liga Santander justo antes de recibir a la persona que le corto las alas esta temporada en el Real Madrid y que llega en un momento difícil tras su derrota en París el pasado martes.

El telón está a punto de levantarse en el Ramón Sánchez-Pizjuan y mister y jugador se cruzan, el primero con las ganas de demostrar que Zidane se equivocó, el segundo con el deseo de una victoria que le de oxígeno para afrontar el duro calendario que ya tiene encima el Real Madrid.