"¿Por qué no lo cambias?". Messi lo consigue de nuevo y Modric sonríe
Una situación muy comprometida.
El Barcelona ha quedado muy tocado y con dudas después de la derrota en el clásico. Las buenas sensaciones en el partido previo de Champions League terminaron esfumándose en un abrir y cerrar de ojos. Todos los señalamientos apuntan hacia la dirección técnica y a Lionel Messi, mientras Luka Modric y el Real Madrid sacan ventaja de los desatinos desde el banquillo. Ronald Koeman ha quedado en deuda ante su primer clásico en la lectura del partido y en el pulso para hacer cambios en función del rendimiento de sus futbolistas.

Se pudo conocer que desde el entorno de Koeman y en las redes se preguntan por qué no cambió a Messi cuando era lo que pedía el partido, tomando en cuenta el desempeño de sus atacantes. En lugar de eso, se decantó por sacar a Ansu Fati, quien era junto a Coutinho el elemento más desequilibrante del ataque azulgrana. Los aficionados creen que Messi ya tiene a Koeman, en tiempo récord, como a Quique Setién o Ernesto Valverde, técnicos que no terminaron de la mejor forma. El control del rosarino sobre todos los aspectos del club vuelve a aparecer como un fantasma en la consideración de una gran cantidad de aficionados decepcionados con el resultado adverso.
Lo que parecía una mejora del equipo en Champions, se ha convertido en un camino de interrogantes con dos derrotas consecutivas en LaLiga. Esto sin contar a un vestuario hundido entre la desunión y la inexperiencia de quienes apenas se enteran cómo son esta clase de compromisos. Con una temporada 2020-21 a este paso, el próximo presidente tendrá muy complicado convencer al ‘10’ de renovar su contrato.
Modric y el madridismo se favorecen del Messi pandémico

En el vestuario del Real Madrid saben que mientras Messi no esté feliz en el Barcelona no tendrá el mismo rendimiento, ya que es la voz de mando. El rosarino le transmite cierta tristeza a sus compañeros, la cual se ve reflejada en la debilidad mental para sobreponerse a las circunstancias adversas del partido. Ya van 6 clásicos seguidos del argentino sin anotar, denotando que la depresión del cuadro catalán nace en su capitán y solo él podrá ponerle punto y final. ¿Le conviene al can Barça esta versión de La Pulga?