Quique Setién no celebra el inesperado fichaje, ¡no es lo que él quería!

Quique Setién no celebra el inesperado fichaje, ¡no es lo que él quería!

El jugador dispuesto a demostrar al cántabro que se equivoca con él

Un delantero. Un delantero. Un delantero. Es lo que no dejan de repetir en Barcelona. Es lo único que quieren. La baja de Luis Suárez ha dejado a Griezmann como único 9 disponible en la plantilla. Sin contar con el filial, al que, de momento, Setién solo mira para reforzar el medio del campo, Riqui Puig, y la defensa, Araujo. Pero en la delantera no encuentra nada que le guste. Hoy llega un fichaje inesperado. Sin embargo, Setién es claro: “no me vale”.

Y es que el de Santander quiere un delantero al uso. Rodrigo tampoco le convencía al 100 por 100, pero su gran capacidad para la asociación le gustaba. Sin embargo, el quiere un delantero capaz de fijar centrales y facilitar la circulación por dentro de los rivales. Edison Cavani es el ejemplo de delantero que le gustaría. Pero desde el club no quieren ni pensar en fichar a un delantero que es enemigo intimo de Neymar. “Es imposible, además pide mucho dinero para la edad que tiene. Tampoco tiene una relación muy buena con Luis Suárez”.

Pero Setién insiste en que un delantero como él es lo que necesitan. Hoy se suma a los entrenamientos Dembèlè. Desde el Barcelona le han insinuado a Setién que ahí tiene su fichaje. Recuperarle serían muchos puntos para él y puede ser un jugador diferencial. Setién alucina. Ni es el tipo de jugador que quiere ni el que necesitan.

Dembèlè jamás podrá jugar de 9 en el sistema que plantea Setién. Si acaso podría hacerlo de extremo o carrilero, pero con el juego posicional del cántabro el francés va a sufrir a la hora de construir el juego. Por ese motivo, y ha sido claro el ex entrenador del Betis, hay que seguir buscando delantero.

Faltan 72 horas para el cierre del mercado de invierno. No está fácil la cosa. Pero lo que ha quedado claro es que Quique Setién no se va a conformar con cualquier medianía que le ofrezca el club. No cargará las culpas de una mala gestión en los despachos. No quiere acabar como Ernesto Valverde.