¡Rechazó a Zinedine Zidane! El jugador que sueña con el Barça

Son muchos los jugadores a los que las declaraciones del pasado les juegan en su contra, como Isco Alarcón o Luka Modric, por poner ejemplos. Ambos manifestaron su predilección por el Barça, pero acabaron en el Real Madrid, y también se han dado casos a la inversa. Porque poderoso caballero es don dinero, y, cuando se presenta la oportunidad de ir a alguno de los dos clubes, cuesta mucho decir no. No obstante, aún hay ejemplos de cracks que lo han hecho.

Pocos, pero los hay. Es el caso de Ramón Terrats, una de las nuevas irrupciones del futbol español, pues se ha conseguido hacer con un puesto en el Girona, uno de los conjuntos más potentes y poderosos de La Liga SmartBank. No es nada sencillo, viendo el presupuesto y el gran plantel que tienen los catalanes, que hasta hace muy poco estaban en La Liga Santander, y que pelean por volver a conseguir el ascenso, pues se quedaron a las puertas la pasada temporada.

De apenas 20 años, pasó por la Damm y por el Sant Andreu antes de llegar a Montilivi el pasado verano, para reforzar el filial. Pero tal ha sido su impacto que no ha tardado en subir al primer equipo, y dejar de jugar en Tercera División, para hacerlo en la categoría de plata, sumando siete encuentros, y otros dos en la Copa del Rey. Se trata de un mediocentro o pivote defensivo de buen toque de balón y facilidad para distribuir el juego, y recuperar balones.

Florentino Pérez le había tanteado, igual que otros equipos de élite como el Villarreal de Unai Emery, el Atlético de Madrid de Diego Pablo Simeone o el Real Betis Balompié de Manuel Pellegrini. Todos lo querían para sus filiales, y le daban la oportunidad de hacer la pretemporada con los profesionales, pero él decidió renovar hace una semana con los de Francisco Rodríguez hasta 2024. Porque, como ha explicado, primero quiere consolidarse en lo más alto.

Y para eso, necesita jugar con continuidad y regularidad. Para, después, poder dar el salto al Barça, el club del que es hincha desde pequeño.

Ambicioso es, sin duda.