Robinho puede cerrar el círculo: acabar su carrera dónde comenzó brillando
LaLiga le recibiría con los brazos abiertos
Si hay un jugador que deslumbró en su debut en España ese fue Robinho. El fichaje del brasileño fue uno de esos culebrones que tanto gustan en el Real Madrid y más aún a Florentino. El típico jugador que todos saben que va a jugar en el equipo blanco sí o sí y que se eterniza por los tira y afloja entre el equipo comprador, en este caso el conjunto blanco, y el vendedor. Llenan portadas en los diarios deportivos y horas de tertulias que hacen que el verano sea otra cosa mucho más entretenida. Y es que sin el mercado de fichajes la época estival sería otra cosa completamente diferente. Ni mejor, ni peor, tan solo diferente.
Deslumbrando desde el inicio
Robinho debutó en Cádiz con apenas una semana de entrenamiento en sus piernas. Salió ante mucha expectación y en 25 minutos dejó a todo el mundo boquiabierto. Fue, quien lo iba a decir, el mejor partido del brasileño con la camiseta del Real Madrid. Tiró sombreros, combinó con sus compañeros, parecía que volaba sobre el césped. Muchos pensaron que estábamos ante un elegido, un elegido que sin embaargo se fue apagando y que tres años después dejaría el Madrid por el Manchester City saliendo por la puerta de atrás.
Ahora, 15 años después y tras jugar en más de 7 equipos diferentes, Robinho está libre y puede acabar jugando donde todo empezó: el Cádiz ha hablado con su agente y puede convertirle en la mayor bomba del verano. El equipo gaditano ha vuelto a Primera División tras varias temporadas rozando la gesta y parece dispuesto a hacer un equipo de ensueño. De momento ya han firmado al campeón del mundo y también ex del Real Madrid Álvaro Negredo. Ahora parece que van a por el delantero brasileño ante el asombro de todo el mundo.
Robinho estaría encantado de volver a LaLiga y más aún de jugar en el campo donde deslumbró a medio mundo. Sería una forma perfecta de cerrar el círculo y colgar sus botas, a los 36 años de edad. La Tácita de Plata, como se conoce al estadio del Cádiz, espera al brasileño y recuerda su exhibición aquel 28 de agosto de 2005. Ahora puede hacerlas como cadista.