Ronald Koeman lo intentó sin éxito: las dos salidas que quiso cerrar

Ronald Koeman trató de dar salida a dos jugadores del Barça, aunque sin éxito, en el pasado mercado invernal. Al menos, sí pudo desprenderse de Carles Aleñá, que no tenía un papel protagonista, y que sí está gozando de continuidad en el Getafe con José Bordalás. Pero se quedó con las ganas de aligerar la plantilla con varias cesiones o traspasos, pues hay muchos cracks que se quedaron, y que difícilmente tendrán minutos de aquí en adelante.

Es el caso, sin ir más lejos, de Matheus Fernandes, que tan solo ha disputado 17 minutos entre todas las competiciones. Llegó sin hacer ruido, pues nadie se enteró de que el pasado enero, Josep María Bartomeu pagó ocho millones de euros al Palmeiras por él. Lo que pasa es que inmediatamente después acabó en el Real Valladolid, donde no tuvo oportunidades, por eso extrañó tanto que regresara este verano. Otro fichaje de los que no tienen sentido.

A sus 22 años, se preguntan en que puede ayudar un jugador sin experiencia en Europa, y en un puesto bien cubierto. El técnico holandés ya intentó que se fuera el año pasado, sin suerte, y volvió a probar este mercado invernal, estando cerca de salir a préstamo al Deportivo Alavés y al Elche. Pero, al final, no se concretó ninguna de las dos opciones, y se quedará, como mínimo, hasta final de curso. Eso si, ya sabe que su lugar será el banquillo o la grada.

Algo similar ocurrió con Junior Firpo, que el año pasado también pudo irse, pero finalmente se quedó en el Camp Nou. No hubo interesados en su firma, y Koeman decidió darle un voto de confianza, esperado que el hispano-dominicano respondiera a él. Y, aunque es cierto que ha estado ligeramente más acertado que el año pasado, algo que tampoco es muy complicado, no ha convencido a nadie. En su espalda, cuelga el cartel de transferible.

Pero el Barça aún no ha recibido ninguna propuesta, ni tiene pinta que la vaya a recibir. Por suerte, salió relativamente barato, pues solo pagaron 20 ‘kilos’ al Real Betis Balompié.

No es ninguna locura.