Simeone tiene un cabreo monumental por un fichaje que no le han hecho
El argentino lo pidió en diversas ocasiones.
Diego Simeone no está conforme por cómo resultó el mercado invernal para el Atlético de Madrid. El técnico argentino esperaba sacar mejores refuerzos para terminar de dar el golpe definitivo en la segunda mitad de la temporada tanto en LaLiga como en la Champions League. Ahora, su enojo sería mayor al ver la forma en que se le escapó a la dirección deportiva colchonera un fichaje que tenía la firma del equipo más sudamericano de todo el fútbol español.

El mayor pedido de Simeone hace pocas semanas apuntaba a Lombardía, aunque si queremos ser más precisos iba dirigido a Bérgamo, hasta donde hace muy poco jugaba el Papu Gómez. Y es que el estratega rojiblanco al ver la situación complicada del mediapunta en el Atalanta, lo terminó pidiendo como refuerzo de gran calidad. Sin embargo, Monchi y compañía tomaron ventaja, prometiéndole, además, otro tipo de papel protagónico. De esta forma, se decantó por el Sevilla de un Julen Lopetegui que no tiene un vínculo importante con el ex Arsenal de Sarandí, San Lorenzo, Catania y Metalist.
En consecuencia, el reclamo de Simeone a la dirigencia pasa por el precio en que logró adquirir el Sevilla al Papu Gómez, tan solo 5,5 millones de euros, de hecho, lo único que tuvieron que arriesgar fue un contrato hasta el 2024 para un futbolista que está por cumplir los 33 años de edad. En definitiva, se perdió un gran fichaje contra un rival directo tanto en la competición local como en la continental.

Veremos si con Moussa Dembélé le basta a Simeone para potenciar su ataque y sostener el rendimiento que el equipo viene exhibiendo hasta ahora en cada uno de los frentes en disputa.
Simeone ve una oportunidad única para tocar la gloria
Dentro del vestuario Atlético se respira optimismo, ya que el equipo luce sólido y el Barcelona junto al Real Madrid no se muestran como los conjuntos temibles del pasado. De tal modo, la mesa está servida para que Simeone y los suyos den una muestra de autoridad con títulos que catapulten un proceso al que todavía le falta la cereza del pastel. ¿Habrá llegado el año de los indios para levantar la orejona?