Ter Stegen o la pelea más fea de la que no quieren hablar en el Barça

Ter Stegen o la pelea más fea de la que no quieren hablar en el Barça

El asunto es realmente feo y difícil

Marc-André ter Stegen y Leo Messi tienen una relación muy tensa, por más que algunos intenten negarlo o esconderlo. Pero es algo que todos saben en el Barça, y un problema del que Ronald Koeman ya tenía constancia. Eso si, ni mucho menos es el único que ha tenido un enfrentamiento con el astro argentino recientemente, pues tampoco es precisamente amigo de otros cracks. El más destacado es Antoine Griezmann, pasando por Gerard Piqué, Anssumane Fati, Philippe Coutinho…

En el caso del germano, muy querido por sus compañeros y por la afición, todo empezó en un entrenamiento. Riqui Puig, otro jugador al que el ‘10’ no puede ni ver, le hizo un caño al capitán culé, en un rondo, algo que no le sentó nada bien. Y así se lo hizo saber al instante, recriminándole su descaro, mientras le miraba desafiantemente, y le soltaba unas palabras en un tono amenazante y faltoso. Así lo cazaron varias cámaras, y varios testigos.

El ex del Borussia Mönchengladbach, como peso pesado del vestuario, no tuvo problemas en darle un aviso al argentino, y pedir que se calmara. Y ahí empezó una guerra dialéctica que aún a día de hoy no se ha solucionado. Tampoco es que fueran íntimos amigos antes, pero desde entonces no se dirigen la palabra, más que para saludarse, y a veces ni eso. Y la cosa empeoró después de que la plantilla no aceptara la rebaja de sueldo que propuso Josep María Bartomeu.

Uno de los pocos en dar el OK fue Ter Stegen, lo que tampoco gustó a Messi, que le señaló por estar al lado del ya ex presidente. Y le acusó de ser un interesado, pues, poco después, le llegaría la renovación que tanto tiempo llevaba esperando. Resulta lógico, entonces, que el alemán sea uno de los que espera que ‘la Pulga’ abandone el Camp Nou lo antes posible. No tiene reparos en señalarle como la ‘manzana podrida’ del vestuario.

Messi

Marc ha sido un ejemplo para todos desde que llegó, pues se adaptó a la perfección, y su rendimiento ha sido bestial. A parte, habla muy bien el español, se defiende en catalán, y es muy humilde y profesional.

Leo, en cambio, está en el punto de mira.