Valverde paralizó su marcha en verano: pero se va en enero del Barça

Carles Aleñá tiene los días contados. El joven centrocampista catalán hizo todo lo posible para dejar el Barça el verano y salir cedido a un equipo en el que pudiera tener más continuidad. A sus 21 años, era y es consciente de que necesita minutos para poder seguir creciendo y asentarse de una vez en la élite. Poco a poco se le va pasando el arroz y, mientras jugadores de su edad como Christian Pulisic o Kylian Mbappé ya están plenamente consolidados, él todavía sigue siendo una promesa.

Pero Ernesto Valverde le convenció para que se quedara. Quería vigilar su progresión de cerca y le aseguró que Ivan Rakitic y Arturo Vidal iban a dejar el club, por lo que tendría espacio en la plantilla, y sería la primera opción para relevar a Frenkie de Jong y Arthur Melo, que apuntan a ser los indiscutibles. Y, para demostrarle su importancia, le dio la titularidad en la primera jornada de La Liga Santander, frente al Athletic Club en San Mamés.

Sin embargo, desde ese entonces se ha caído de las convocatorias. En los dos últimos partidos, frente a Real Betis y Osasuna, tuvo que ver el encuentro desde las gradas, lo que no le hizo ni pizca de gracia. Por ello, el último día de mercado volvió a intentar marcharse, y más, tras ver como las ventas del croata y el chileno se paralizaban. Precisamente el Betis estuvo negociando con la directiva azulgrana para llegar a un acuerdo, que no se pudo dar.

Pero ya no hay marcha atrás y Aleñá tiene más que decidido que en enero se irá. Ya no le sirven excusas ni súplicas. Quiere estar en los Juegos Olímpicos que se celebran este verano, con la selección española sub 23, y sabe que para ello necesita minutos.

Algo que en el Camp Nou tiene muy difícil, por no decir imposible.