Zidane lo temía y sucede: la solidez blanca se rompe antes del Barça

La confirmación de las molestias de Thibaut Courtois con su selección, la belga, han hecho que el castillo de piedra construido por el líder de LaLiga pase a ser una casa de naipes a punto de hundirse, y justo cuando asoma en el horizonte más cercano al eterno rival y su coliseo, el Nou Camp. La cita del 25 de octubre, señalada a fuego en el calendario, era una oportunidad única para los de Zidane de hundir al Barça en el barro justo cuando amenaza con levantar la cabeza, pero estos serios contratiempos ponen en jaque el plan del míster francés, que ahora ve como su equipo es el que puede recibir el golpe de gracia.

En menos de un mes Zidane ha visto como parte de sus ilusiones y expectativas se veían seriamente comprometidas y la caída de su portero titular, el más destacado del equipo en este arranque liguero junto a Ferland Mendy, Modric y Sergio Ramos, es el colmo de la desdicha. Es cierto que desde el Madrid anuncian que los inconvenientes del meta belga son solo molestias en el psoas, pero es una alarma al fin y al cabo.

Y es que la lesión, una más, de Eden Hazard, unida a la de Dani Carvajal, Álvaro Odriozola, Lunin, Éder Militao, Toni Kroos y ahora la del cancerbero De Rode Duivels tira por tierra la gran piedra de angular se su proyecto sin fichajes: la fortaleza defensiva. Hazard era la nota disonante de la melodía, el verso libre, la creatividad escondida, y ahora no parece más que notas al viento. Kroos, por su parte, es crucial en la salida de balón y el apoyo de Casemiro y Luka Modric, y también llegará justo de fuerzas. Y todo esto, piensa Zizou, mirando la cita del Camp Nou, ya a la vuelta de la esquina.

Previsiblemente para El Clásico sí estarán el alemán, también Odriozola (que genera muchas dudas y podría dejar su puesto a Nacho) y el meta belga, pero con tantas lesiones (Mariano, Marcos Asensio o el meta ucraniano también han caído en este arranque) Zidane ya no sabe que esperar, sobre todo en defensa. En Barcelona no estará Carvajal y posiblemente tampoco Hazard, pero Zidane espera que el resto, al menos, sí estén disponibles y que aguanten, que no haya más lesiones. Antes, además, hay dos durísimas piedras en el camino a las que nadie da importancia pero que son obstáculos considerables: el Cádiz (próximo partido de liga) y el Shakhtar, estreno en Champions. Zidane reza para no perder a más piezas del engranaje, no cuando asoman los Leo Messi, Coutinho, Ansu Fati y compañía en confinidad: recuperar a los caídos lleva tiempo de adaptación, justo el que no tiene.