¡Zidane pasa una lista negra a Florentino Pérez! Y hay muchos nombres

Zinedine Zidane no dará más oportunidades a un gran número de jugadores de la plantilla del Real Madrid, a los que ve inútiles. Porque su tiempo ya pasó, o porque no tienen hueco en la plantilla. Y eso que este verano ya hicieron una limpieza importante, echando a jugadores como Gareth Bale, Brahim Díaz, Borja Mayoral, Alphonse Areola, Jesús Vallejo, Reinier Jesús, James Rodríguez, Javi Sánchez… pero no es suficiente.

Porque el técnico francés todavía ve a demasiados futbolistas que no entran en sus planes en el vestuario. Es el caso de Nacho Fernández, al que le ha tocado jugar por las numerosas bajas que había en defensa, pero que ha vuelto a demostrar que está acabado. A sus 30 años, ha entrado en la recta final de su carrera, y no ha envejecido nada bien. Y las lesiones tampoco le respetan. Peor todavía está Marcelo, uno de los grandes señalados por la afición.

No entienden como ha empeorado tanto con el paso de las temporadas, y ahora mismo, no está ni para jugar en la élite. Cada vez que salta al terreno de juego, el rival parte con ventaja. Después encontraríamos a Álvaro Odriozola, otro futbolista al que Florentino Pérez tiene la misión de encontrar destino. Ni su cesión al Bayern de Múnich ha servido para recuperarle para la causa, como sí le ha funcionado al Barça con Philippe Coutinho.

En el centro del campo, tenemos a un Isco Alarcón que está en decadencia, y que es otro de los grandes perjudicados por la derrota ante el Cádiz. En su caso, lo difícil será encontrarle un comprador y poder sacar algo de dinero. Igual que a Lucas Vázquez, que tuvo ofertas interesantes desde Oriente Medio, pero que decidió rechazarlas. En el Santiago Bernabéu se maldicen, y esperan que, si vuelven a llegar, las acepte sin pensárselo.

Por último, en la línea ofensiva están Mariano Díaz y Luka Jovic, que no suponen ninguna amenaza para la portería del rival. ‘Zizou’ no les puede ni ver, y confía en que más pronto que tarde acaben haciendo las maletas.

Y Martin Ödegaard tampoco se puede relajar…