Zinedine Zidane pierde a uno de sus fichajes más deseados: va a Italia

Zinedine Zidane tiene en Nabil Fekir a uno de sus jugadores fetiche, a esos que le encanta observar y ver en cuantos más partidos, mejor. Y quedó impresionado cuando le vio en primera línea, en los encuentros que el Real Madrid se ha enfrentado al Real Betis Balompié. Y, a decir verdad, parece increíble que un jugador de su nivel y su talento natural esté en un equipo que ni siquiera disputa competiciones europeas. Por eso, no durará mucho tiempo.

El internacional francés dice sentirse muy cómodo, y su intención era regresar a los planes de Didier Deschamps, y ganarse su convocatoria a la Eurocopa. Pero, después de su primera gran campaña, muchos esperaban que este verano hiciera las maletas. Nada más lejos de la realidad, decidió quedarse, y dio un voto de confianza al proyecto que le prometía Manuel Pellegrini, que ha vuelto a decepcionarle. Por lo tanto, tiene decidido hacer las maletas.

Los hispalenses son octavos, pero con más partidos jugados que la mayoría de conjuntos de La Liga Santander, y dejan sensaciones muy irregulares. El ex del Olympique de Lyon aspira a mucho más, y se veía seducido por los rumores que le situaban en la agenda de Florentino Pérez. No obstante, es una opción muy remota, y que está casi descartada. Por eso, ha decidido escuchar los cantos de sirena que le llegan de otras escuadras.

Y el AC Milan le ofrece una oportunidad muy interesante. Los italianos han resurgido de sus cenizas, y ahora mismo ocupan, de manera sorprendente, el liderato de la tabla en la Serie A, a pesar de que no estaban entre los favoritos. Ya acabaron en un gran momento la campaña anterior, y algunos esperaban que fueran capaces de consolidarse entre los cuatro primeros, y regresar a la Champions League, después de tantos años.

Pero nadie esperaba que estuvieran líderes a estas alturas, y todavía invictos. Ya se marcan ambiciosos objetivos, y tienen a Fekir entre ellos. El precio de la operación rondaría, aproximadamente, entre los 50 y los 60 millones de euros.

Se trata de más del doble de lo que invirtieron los sevillanos en su momento.