Al-Khelaifi suelta la bomba: Di María como eje y los dos cracks fuera

Tras una temporada que pudo terminar con el broche de oro en la final de la Champions League, el PSG, tras no lograr el ansiado título europeo, ha estado sumido en una crisis deportiva de la que poco a poco se está recuperando.

Después de encadenar dos derrotas consecutivas en el comienzo del campeonato liguero, los pesos pesados del vestuario transmitieron un gran descontento al jeque, Nasser Al-Khelaifi, sobre las decisiones que estaba tomando Thomas Tuchel.

No obstante, las dos últimas semanas han retornado a la normalidad y las nuevas victorias cosechadas en liga han devuelto la tranquilidad, aunque sea momentánea, al técnico alemán. Pese a que está comandado institucionalmente por Kylian Mbappé y Neymar Júnior, las riendas del equipo las ha tomado el argentino Ángel Di María. Con él como timón del equipo, el PSG está recuperando progresivamente la versión que mostró el año pasado que le permitió colarse en la final de la Champions League y ganar el campeonato liguero francés.

El extremo rosarino llegó a París hace ya cinco temporadas, y su rendimiento ha ido de menos a más de una forma exponencial. Actualmente se encuentra en uno de sus mejores momentos de su carrera deportiva y, aunque sean el brasileño y el francés los que acaparen la mayoría de portadas, Di María es el verdadero guía de esta resurrección futbolística que está viviendo el equipo.

Nasser Al-Khelaifi, consciente de ello y a pesar de que el sudamericano ya tiene 32 años, quiere renovarle el contrato que le vincula al club hasta 2021 por dos temporadas más. A sabiendas de que Kylian Mbappé, con casi toda seguridad, se marchará al Real Madrid al finalizar la presenta campaña, y de que Neymar Júnior no ha escondido en ningún momento su deseo de volver a Barcelona, el mandamás quiere seguir contando con Di María como el eje central de su proyecto, al menos hasta que el rendimiento del argentino decaiga notablemente.

Su renovación conllevaría un aumento considerable de su ficha y pasaría a ser de los futbolistas mejor pagados a rebufo de las dos estrellas del club. Actualmente por él pasan la gran parte de las tentativas ofensivas del equipo y, cuando él no ha estado fino, el PSG lo ha acusado drásticamente.

Ahora se ha erigido como el caudillo del equipo, un caudillo que, pese a tener delante a cracks de talla mundial, sí que está ofreciendo un rendimiento por encima de las expectativas depositadas por él hace ya cinco campañas, que, precisamente, no eran nada infames cuando aterrizó en París.