¡Bestial! Mbappé quería ir al Real Madrid ¡y una persona lo evitó!

¡Bestial! Mbappé quería ir al Real Madrid ¡y una persona lo evitó!

La historia podría haber sido diferente

Unai Emery está haciendo méritos para convertirse en una persona ‘non grata’ en el Real Madrid. Primero de todo, por el mal trato que le está dando a Takefusa Kubo, una de las grandes promesas que hay en el cuadro blanco, y que se encuentra a préstamo en el club que dirige, el Villarreal. Florentino Pérez confiaba en que allí se hiciera con un puesto de titular, y se consolidara como pieza clave, para regresar el verano que viene mucho más curtido.

Pero la realidad es que en el Estadio de la Cerámica apenas está teniendo minutos, y los que tiene, son entrando desde el banquillo. Sobre este tema, el vasco se pronunció y pidió calma, asegurando que tarde o temprano su momento llegará, y solo debe de tener paciencia y trabajar duro. “Está en un proceso de adaptación, este jueves en Europa League puede tener una oportunidad. Tiene 19 años, debe tener paciencia" citó textualmente.

Emery

Y la cosa no acabó allí. Porque el que fuera técnico de la UD Almería, el Valencia, el Sevilla, el Spartak de Moscú o el Arsenal también soltó una bomba que dejó a todos de piedra. Y es que reveló que impidió el traspaso de Kylian Mbappé, con el que coincidió un año en el Paris Saint-Germain, al Santiago Bernabéu. Es decir, que por su culpa no le hemos podido ver todavía a las órdenes de Zinedine Zidane, algo que debería de ocurrir el próximo verano.

"Cuando estaba en París, Mbappé contemplaba muy seriamente irse al Real Madrid porque es un club que le gusta mucho, tenía mucha ilusión por jugar en el Madrid. Yo no quería que se fuera y tuve una conversación con él y con su padre para convencerle de que se tenía que quedar, salir de París no es fácil" explicó Emery. Algo que confirma lo que es un secreto a voces, y que ya se sabe: el internacional francés sueña con vestir de blanco.

Sin duda, en el Madrid han identificado a un nuevo enemigo. Unai muy difícilmente será bienvenido algún día a Concha Espina, y, su hubiera afición en los estadios, se llevaría una pitada monumental.

Esto ya es personal.