Pochettino le dice que se vaya y él se quiere ir, pero hay un problema
El jugador ya está buscando un nuevo destino
Las lesiones están acabando con un Mauro Icardi que ve cada vez más cerca su adiós al París Saint-Germain. El argentino no cuenta todo lo que pensaba para el cuadro de Mauricio Pochettino y su salida sería la mejor opción posible. Sin embargo, hay una dificultad clave en la operación de la que cada vez se van conociendo más detalles.
Según informa el Daily Mail, Icardi les ha comunicado a sus representantes que le busquen desesperadamente una salida para el mercado estival. Sin embargo, el gran limitador de la salida es el enorme salario que percibe el futbolista, de 10 millones de euros por temporada. Esa cifra, responsable de que el jugador encuentre dificultades para irse, es precisamente el motivo del club para que haga las maletas. Es uno de los jugadores que más cobra de la plantilla, pero la poca participación que está teniendo este año por culpa de las lesiones (y el coronavirus) ha hecho que en el Parque de los Príncipes se olviden de unas cifras goleadores que no son para nada malas. El PSG busca también separar sus caminos, y es que ya no cuenta para Pochettino, que tiene otros nombres por delante de él en su lista.

Para decirle adiós, el equipo de la capital francesa espera al menos poder recuperar la inversión que hicieron por él al traerlo del Inter de Milán por un precio de 50 millones de euros. Sin embargo, dada la situación económica, que un equipo sea capaz de alcanzar esta cifra se antoja difícil, tanto como que algún club pueda igualar ese sueldo de 10 kilos que el argentino quiere seguir cobrando en su futuro destino.
A pesar de haber sido vinculado con varios equipos de la Premier League, el deseo del compatriota de Ángel Di María es regresar a la liga italiana. Allí, el club que más esperanzas tiene de hacerse con él es la Juventus de Turín. Sin embargo, la razón que complica la situación sigue siendo el dinero. Icardi quiere salir y el PSG quiere que se vaya, pero lo que está claro es que ambos deberán reducir sus pretensiones económicas, tanto en la venta como en el salario, si quieren que la operación se produzca.
