Tuchel estalla. Los jugadores de fiesta tras perder contra el Borussia
El entrenador alemán ha perdido el control del vestuario
Si hay un vestuario que ha generado problemas en estos últimos años ese es el del PSG. Carlo Ancelotti fue el último que pudo poner cierto orden entre tantas estrellas. Después de él, ni Blanc, ni Unai Emery, ni el propio Tuchel han podido con la lucha de egos que hay dentro del vestuario. Edison Cavani y Neymar casi llegaron a las manos por un penalti. El brasileño y Draxler casi lo hacen en el vestuario. El descontrol es total. Ahora han pillado a los jugadores de fiesta tras perder contra el Borussia. Tuchel no se lo cree.
Y es que el equipo celebraba el cumpleaños de Di María, Icardi y Cavani. Juntos y revueltos lo celebraron. Neymar estaba presente. Disfrutaron del cumpleaños y acabaron sin camiseta. Keylor Navas también estaba presente. Las mujeres de los futbolistas alucinaban con sus parejas. No entendían la euforia. Era dos días después del partido contra el Borussia.
Desde París las críticas son enormes. Primero no entienden la torpeza de filtrar el video y segundo no entienden la actitud de los jugadores. Neymar acabó muy enfadado tras su partido en Alemania. Un enfado que le ha llevado a pedir a su padre, su agente, que le busque un nuevo club desde ya. Y no al Barcelona. El Chelsea es el mejor colocado.
Neymar está alto de ser el chivo expiatorio de todo. Las imágenes le dan la razón. No es ni de lejos el mayor problema del equipo parisino. Quizás es la mejor solución. Pero entre club y entrenador se empeñan en enterrar al jugador.
El brasileño dijo que él había querido jugar este tiempo de inactividad. Se vendió como una lesión, pero él se encontraba en plenas condiciones para hacerlo. Y lo quiso dejar claro. Sin embargo, el club quiso vender una lesión y con ello sería el quinto año consecutivo en estas fechas. Algo planea el club.
Tuchel ha perdido el control completamente y los jugadores parece que pasan de la situación. No ganar al Borussia de nuevo sería un fracaso. Un fracaso que Khelaïfi no puede permitir. Debe atar en corto a sus jugadores y dar un toque de atención a su entrenador.