Rodrygo prácticamente no le habla cuando todos creían que el problema era sólo con Mbappé

Rodrygo atraviesa el momento más crítico de su carrera, en la que estaba acostumbrado al éxito y a las buenas noticias. Pero ha podido comprobar de primera mano cómo no todo es siempre de color rosa, lo que le ha llevado a querer abandonar el Real Madrid, donde está sufriendo todo tipo de problemas psicológicos. No se siente lo suficientemente valorado ni querido, y esto ha hecho que se declare en rebeldía, y se haya negado a disputar los últimos encuentros. 

Algo que apunta a ser la tónica habitual durante las próximas semanas, hasta que se resuelva su caso, que solamente tiene una solución, y es su salida del Santiago Bernabéu. Ya está negociando con una serie de escuadras que han mostrado interés por su incorporación, y Florentino Pérez está abierto a estudiar las ofertas que lleguen por él. Porque no es imprescindible, y Xabi Alonso ha dado vía libre para venderlo, siempre y cuando sea al precio adecuado.

Ha completado una campaña desastrosa, siendo uno de los principales señalados, y se ha convertido en un problema dentro del vestuario. Porque ahora se han conocido más detalles, como que ha dejado de hablarse con muchos de sus compañeros, por un problema de celos. Y todas las miradas apuntaban a Kylian Mbappé, con el que nunca ha tenido ‘feeling’, ni dentro ni fuera del terreno de juego, una cosa que era bien sabida por Carlo Ancelotti. 

Pero es que ahora han asegurado que el canterano del Mónaco no es el único que no se dirige la palabra con Rodrygo. Y es que el que era su amigo inseparable hasta hace muy poco, Vinícius Júnior, también ha pasado a ser prácticamente un desconocido para él. Muy atrás quedan esos días en los que parecían hermanos más que compañeros, y esto ha hecho que el ‘11’ prácticamente se quede solo en el Madrid, otro motivo más para querer hacer las maletas.

No ha sido capaz de soportar la pérdida de protagonismo que ha experimentado, y prefiere irse a otro lugar donde si le garanticen que será intocable, y tendrá muchas más responsabilidades. Y no hay nada que pueda hacerle cambiar de opinión.