¡Se acabó el dinero! El jeque ha dejado al club en bancarrota
Pensaban que tenía las arcas llenas pero no quedan más fondos
La entrada del príncipe de Arabia Saudí Turki Al-Sheikh ha conmocionado al fútbol español. Llegó hace 3 semanas a Almería y ha dado un vuelco al club y a la segunda división. Pagó toda la deuda que tenía el equipo andaluz e hizo un aumento de capital. Se fue el entrenador y llegó un nuevo equipo técnico. Con 14 fichajes y 13 bajas han conseguido, de momento, hacer que el equipo sea segundo en la clasificación con 10 puntos de 12.
Sin embargo hoy ha surgido la polémica pues la Liga ha rechazado la publicidad que quería meter el príncipe. Una empresa árabe iba a pagar un dinero desmedido por formar parte de la fisonomía del estadio. La Liga se ha negado, pues esto haría aumentar de manera desmedida el límite salarial del club. Ha dicho que no es real y que debe adecuarse a un precio de mercado. El príncipe está furioso. Veremos que medida toma ahora. Cabe recordar que el límite salarial del Almería es de 18,1 millones de euros. El tercero más alto de la categoría, por detrás del Girona y del Rayo Vallecano, con 29 y 19 millones respectivamente.
Pero en los jeques, no es oro todo lo que reluce. Que se lo digan al Málaga. Al-Thani llegó a Málaga en 2010 e hizo del equipo un equipo Champions. Con grandes fichajes y una gran inversión llegó a jugar los cuartos de final de la Champions League. Baptista, Van Nistelroy, Isco, Joaquín, Cazorla... El equipo hacia soñar. Pero los sueños, sueños son.
El jeque paro de comprar y comenzó a vender. Los diferentes directores deportivos se veían de manos atadas pues el equipo no podía fichar. No había dinero. Tras un pésimo año en primera el equipo descendió el año pasado. No consiguió el sueño del ascenso y ahora tiene aún más problemas. Si no consigue ingresar dinero, ya vendieron a Javier Ontiveros, o Al-Thani pone 6 millones el Málaga puede sufrir un descenso administrativo a final de año.
Al-Thani es primo hermano del dueño del PSG Tamim Bin Hamad Al-Thani. Pero en Málaga hubieran preferido al primo bueno. No fue el caso.