El futuro de Hamilton en Ferrari depende de cambios inmediatos

El futuro de Hamilton en Ferrari podría estar en juego si no se toman decisiones rápidas y efectivas

El futuro de Hamilton en Ferrari depende de cambios inmediatos

El Gran Premio del pasado domingo fue una nueva muestra de los desafíos que Lewis Hamilton enfrenta en Ferrari. A pesar de comenzar la carrera con una salida prometedora, el piloto británico se encontró rápidamente atrapado en un cúmulo de imprevistos que afectaron gravemente su rendimiento. Con una sexta posición al final de la jornada, muchos podrían pensar que el problema fue la clasificación, pero la realidad es que la carrera en sí fue mucho más complicada de lo que los números reflejan.

En el inicio de la competencia, Hamilton parecía mantener un ritmo competitivo, a solo 22 segundos de su compañero Charles Leclerc y a 44 segundos del líder. Sin embargo, la suerte no estuvo de su lado. A mitad de la carrera, Hamilton sufrió un golpe contra una marmota en la curva 10, lo que dañó seriamente el lado derecho de su SF-25. Esta colisión no solo provocó una pérdida importante de carga aerodinámica, sino que también dejó a Hamilton con un coche visiblemente afectado. La pérdida de los deflectores y el daño estructural hicieron que fuera imposible para él mantener el ritmo de los demás pilotos, afectando gravemente su capacidad para avanzar.

Tras la carrera, Hamilton comentó sobre el incidente: "Pensaba que todo iba bien, pero luego supe que había golpeado una marmota. No sentí el impacto, pero el coche ya no era el mismo después de eso". Este contratiempo fue solo uno de los muchos factores que contribuyeron a que el siete veces campeón del mundo terminara lejos de las posiciones que acostumbraba.

Los retos de Ferrari y el futuro de Hamilton

El SF-25 de Ferrari no es un coche que compita a nivel de los mejores en la parrilla. A pesar de algunos avances en las últimas carreras, el monoplaza sigue lejos de ser competitivo para pelear por victorias. El daño sufrido por Hamilton en el GP refleja los problemas estructurales que enfrenta Ferrari: el coche carece de la velocidad y la estabilidad necesarias para estar al nivel de los mejores equipos.

Hamilton, que sigue mirando con esperanza a 2026, sabe que el futuro con Ferrari depende de decisiones rápidas y efectivas. En 2025, el coche de Ferrari parece comprometido, pero el piloto aún espera que el equipo trabaje para mejorar y le dé la oportunidad de luchar por los primeros lugares en la siguiente temporada. Sin embargo, si no hay avances claros en el desarrollo, la permanencia de Hamilton en la Scuderia podría verse amenazada, ya que el campeón busca un coche que le permita pelear por su octavo título mundial.