Ferrari sigue en el ojo del huracán ¡Van por libre!

Ferrari sigue en el ojo del huracán ¡Van por libre!

La FIA se mete dentro de 'los secretos'

Tras el escándalo del ‘acuerdo confidencial’ entre Ferrari y la FIA tras las posibles irregularidades en el motor de la Scuderia de 2019, ahora llegan más detalles que ponen en el ojo del huracán al Cavallino Rampante, a la Federación Internacional del Automóvil a su lado como cómplice interesado y al resto de marcas en pie de guerra con las formas y la táctica desleal de los italianos.

Ahora se sabe que Ferrari arregló una serie de secretos de sus motores y de los del resto de escuderías con el fin de aclarar su situación con respecto al asunto del motor, la irregularidad y la queja de los siete equipos implicados en dicha denuncia. Estos secretos no son si no atajos de las marcas y que se mantienen en secreto en un pacto de caballares que Ferrari habría roto. Con todo, la FIA, que accedió para tener información más detallada e incluso formación, ha salido ganando sí o sí, ya que su posición se ve reforzada a la vez que se exime de culpas.

Y es que el organismo ha manifestado, en respuesta al comunicado capitaneado por Mercedes y Toto Wolff, que pese a sospechar de la irregularidad son incapaces de demostrarla y se han apoyado en la propia firma italiana para obtener averiguaciones. En este sentido han comunicado que ellos han realizado "un detallado análisis técnico de la unidad de potencia de Ferrari", como del resto de competidores, pero que la marca se enfrentó a las sospechas aduciendo que actuaban con total legalidad, y por tanto, ante la imposibilidad de llegar a un punto técnico demostrable, la FIA, “por la complejidad de la materia” no llegaría a una conclusión "para evitar las consecuencias negativas que conllevaría un litigio prolongado”.

El asunto lejos de contentar a unos y otros ha alargado la sombra de la sospecha sobre Ferarri, la FIA y la confianza de los dos con el resto de escuderías. Se va a mirar con lupa la competición de Ferrari, y el resto de escuderías ya han declarado la guerra a una forma de competir dentro y fuera de las pistas que no aceptan. Este juego sucio puede salirle caro al Cavallino Rampante: se han quedado solos y la guerra en el asfalto va a ser dura contra ellos.