El enemigo de Marc Márquez recula, Ducati ningunea a Bagnaia y Pedro Acosta hace lo imposible

Una vez empiecen los entrenamientos y sobre todo la competición veremos en qué lugar se encuentran cada uno de los nombres que día a día son colocados entre los pilotos con alguna opción de dar guerra en la tabla y en pista al dominio de Francesco Pecco Bagnaia. Lo curioso es que el nivel intramuros de Ducati es tan alto, más esta temporada en que Marc Márquez se ha sumado al equipo, que la marca fomenta la pelea fratricida.

La forma de sumar es la competencia

Para la firma que domina el Mundial de Moto GP, el secreto del éxito es sencillo, de ahí que lo del 93 en Gresini ahora se vea más como una oportunidad que como un problema. Decía al respecto Davide Tardozzi en Motorsport que “no tenemos miedo de nuestros pilotos y de la competencia dentro de los equipos de Ducati, de lo contrario no estaríamos suministrando motos de fábrica a Pramac y motos ganadoras a los otros equipos satélite". Y ahí está la clave, de la competencia a los datos y de ahí a la ganancia: “la competición entre los equipos Ducati ha elevado el nivel dentro de la fábrica, así que estamos contentos de tener esta competición interna que nos ha hecho crecer en términos de datos”. Y por eso, tal y como os contábamos en Don Balón Moto GP, no se descarta ni a Márquez ni a Martín, ni a Bagnaia ni a Bezzecchi, para ser los elegidos en el equipo oficial en 2025; eso sí, el campeón del mundo y el subcampeón ya saben que parten de 0 en 2024 y solo se ganarán un puesto de privilegio en el equipo rojo si mantienen sus victorias.

Paso atrás

Precisamente Bezzecchi, que se las tuvo con un Márquez al final del Mundial 2023 del que asegura que “todo está arreglado”, es el primero que baja sus expectativas de cara a la temporada que viene; concretamente aseguraba “para 2024 las expectativas son siempre bajas, lo he aprendido en la vida”. 

Ahora bien, si hay alguien que no comparte la prudencia y surge en Moto GP como una fuerza de la naturaleza, ese es Pedro Acosta, quien incluso se mira al espejo del ocho veces campeón del mundo, como asegura Aki Ajo, mánager de Red Bull, el cual ve “un punto” entre ellos “desde pequeños”. A la vez, si bien resaltó que hay que tener paciencia con Acosta, tiene claro que “es muy buen piloto y conduce la moto maravillosamente, es muy bueno adelantando a los pilotos y eso es especial, pero para mí es aún más especial cómo se mantiene mentalmente tranquilo”. Al imposible que supone compararse con el ilerdense se le da una opción: el tiburón de Mazarrón.