Detallan el toque de atención de un jugador del Madrid a Cristiano Ronaldo

Cristiano Ronaldo continúa siendo santo y seña en el vestuario del Real porque de tontos hay pocos. Ronaldo es el jugador que da de comer al grupo. Le necesitan. Al menos por el momento. Él solito metió dos de los tres tantos que evitaron el final -para muchos- ante el Schalke. Ahora bien, las relaciones personales ya son otra cosa.

CR7 con su grupo de fieles en la plantilla–Pepe, Marcelo, Coentrao…–, su guardia de corps. Mientras algunos mantienen las formas y otros simplemente viven alejados del astro. Entre los que entra y sale a su libre albedrío hay uno: Álvaro Arbeloa. El español, liberado de mucha carga al saberse en la puerta de salida del club este mismo 30 de junio, ya no se muerde la lengua, ni se calla con nadie, ni ante nadie.

Al término del encuentro ante el Schalke, Cristiano fue el primero en irse del terreno de juego evidenciando que en el vestuario del Real Madrid hay más problemas que otra cosa. Un detalle que no gustó al resto. Ni en los despachos. Casillas había ordenado al luso a dar la cara y Ronaldo desfilaba calentito camino del vestuario. Es ahí cuando, fuentes presénciales, explican que hubo una enganchada/encontronazo entre Arbeloa y Ronaldo, quien no dudó en cantarle las cuarenta al portugués.

Cristiano le había recriminado al defensa que no estuviera en su sitio, el lateral derecho, en el 0-1 del Schalke y el defensa le dijo que lo que tenía que hacer era bajar más a defender. Y así estuvieron durante más de un minuto ajenos a lo que pasaba a su alrededor. Una discusión que tuvo continuidad tras el encentro en el que Álvaro enganchó a Ronaldo por banda para volver al tema. Le tiró en cara, de nuevo, que no defendía. Y que esa no era la actitud. Que ya bastaba de gestos y reproches públicos durante el partido. “Vale ya de numeritos”, le soltó.

Fue ne esta faceta en la que estuvo especialmente hiriente el ex internacional español que no tragó con el comportamiento de CR7 tras el choque y, generalmente, en la derrota. El lateral le tiró en cara que Casillas hubiera tenido que ir a por él para saludar al público del Bernabéu. Sus miradas. Y gestos de desaprobación durante casi todo el encuentro como si el resto de los miembros del equipo fueran los únicos/grandes culpables de la debacle. Arbeloa le recordó sus responsabilidades hacia el grupo y con el vestuario y que sus gestos ostentosos y ostensibles estaban dejando muy mal al resto. Algo que no era nuevo.