Bayern y Real Madrid tienen varias cuentas pendientes que resolver
Esta noche se disputa el partido amistoso más atractivo de la pretemporada (20:45 horas, TVE). Dará la medida más realista del nivel del Real Madrid de Benítez
Hasta ahora, los calificativos más empleados para describir al Real Madrid en esta pretemporada han tenido que ver casi siempre con la solvencia: Un equipo ordenado, serio, eficaz en ambas áreas si me apuran. Por momentos con buena intensidad para estar en verano. La cantidad de adjetivos positivos ha sido menor si sólo atendemos al plano estético. Falta ilusionar, sorprender. Los menos exigentes desde el punto de vista del espectáculo están contentos y tienen motivos; los que reclaman circo además de pan siguen esperando.
No es la intención criticar al Madrid sin motivos claros, y menos si tenemos en cuenta que estamos a principios de agosto. Desde luego, de momento el equipo va por el camino correcto. Rafa Benítez sabía qué rotos tenía que coser con urgencia cuando llegó y los remiendos están siendo rápidos, pero de igual forma es lo suficientemente inteligente como para ser consciente de que luego tendrá que añadirle adornos al traje. No se sabe si aún es pronto para empezar a hacerlo ante el Bayern, lo comprobaremos esta noche. Los alemanes no sólo medirán el nivel defensivo que parece tan mejorado tras cinco amistosos, también la capacidad de retener la pelota o dominar al rival. Cosas que de momento han generado algunas dudas más.
Por lo demás, no se deben esperar grandes acontecimientos esta noche en la final de la Audi Cup, salvo observar cómo se tomarán el partido algunos para los que resultará especial. Varios protagonistas tendrán motivos para sentirse extraños, Xabi Alonso y Toni Kroos los primeros. En una doble operación que intercambió a ambos centrocampistas hace un año, merecerá la pena ver cómo afronta el de Tolosa el encuentro ante sus ex compañeros. Se fue de forma extraña, rápida e indigesta y después no ha sabido encauzar algunas de sus palabras sobre el Madrid desde la distancia. Algunos no se lo han perdonado. Kroos, por su parte, fue ovacionado a su llegada al Allianz Arena. Nada que ver.
Si el morbo gira en torno a los dos mediocentros sobre el césped, en la banda lo hará en torno a Pep Guardiola. El entrenador español vive sus peores momentos en Alemania y ganarle de forma contundente al Madrid esta noche podría aliviarle ante una prensa que huele la sangre después de la derrota del Bayern en la Supercopa alemana. El técnico asegura no sentir nada especial por enfrentarse a los blancos pero evidencia sus nervios. Ayer se encaró con De Jong en el túnel de vestuarios durante el Bayern-Milan. Europa sigue siendo su asignatura pendiente con el equipo bávaro y todavía se acordará del 0-4 de los merengues previo a la final de Lisboa.
En general, ese resultado es el que deberá motivar al Bayern para tratar de doblegar al Madrid en su propio estadio y no hacer del partido un 'bolo' aburrido de verano. Para los locales el choque es menos amistoso y para los blancos la oportunidad de coger la confianza definitiva antes de iniciar la Liga. De cualquier manera, hablando de un Bayern-Real Madrid uno nunca puede relajarse del todo.