El vestuario del Madrid no se mordió la lengua con Bale en el Allianz Arena

La 'nueva versión' del galés sigue sin levantar pasiones en la plantilla

El vestuario del Madrid no se mordió la lengua con Bale en el Allianz Arena

Rafa Benítez se esfuerza. El técnico madrileño lo ha probado todo con Gareth Bale sin resultado. Bale no termina de estar. O quizá no le ponen donde quisiera. El caso es que no acaba de ser determinante en todos los aspectos del juego. No, al menos, como segundo delantero, tan lejos y tan cerca de su posición, en esa zona donde sus carencias cobran mayor dimensión. Sin que sepa muy bien cómo tiene que moverse o qué tiene que hacer.

 

El paso del galés por Múnich no convenció al cuadro técnico que vive con preocupación como con el paso de los encuentros la ansiada evolución de Gareth hacia el estrellato se frena. Con Ancelotti en el banquillo el grupo ya evidenció sus reticencias al concurso sí o sí de Gareth. La plantilla llegó a afirma que con el ex del Tottenham en el césped, el Madrid jugaba con diez por momentos: Bale desaparece en tramos del encuentro. Una realidad que, lejos de ser una hecho aislado del pasado curso, parece haber tenido continuidad con Rafa Benítez al mando.

 

Rafa, un estudioso del fútbol, lo está intentando todo para acomodar a un Gareth que sigue sin mostrar la madera de crack que se le presuponía en la Premier. En el Madrid no pasa de ser un buen jugador: mientras Isco abrió la puerta grande, junto a James, el galés, en un encuentro idóneo para reivindicarse -la ausencia de CR7 le daba el bastón de mando- volvió a estar lejos del líder que necesita el Real en el campo.

 

La 'bula' del inglés en el palco le ha servido para mantener el estatus en un vestuario molesto con la condición de intocable del futbolista que no, desde que pisó el Bernabéu, no ha mostrado con trabajo merecer tal consideración. Bale, aislado del grupo, su principal interlocutor es Modric, está en el punto de mira de un sector de la plantilla al que acusan de filtrar detalles del día a día del equipo con Carlo Ancelotti en el club. Informaciones que ayudaron a decantar la balanza de la destitución del técnico y a la que se sumaron sus quejas por la posición en el campo con el italiano al mando. Unas voces críticas que, ahora, con un nuevo técnico en el centro de operaciones y resultados iguales avisan de que, quizá, el malo no era Carletto...